La casa, la familia, el trabajo, los amigos, los problemas, las facturas, los niños…, a veces necesitamos escaparnos y desconectar y relajarnos como es debido para librarnos del mal humor y los problemas.
En ocasiones pensamos en las vacaciones, aunque a veces, estas también acarrean estrés con los
preparativos (maletas, viaje…).
Hay formas más sencillas de escaparnos, incluso dentro de nuestra ciudad. Una alternativa son los balnearios y las aguas termales, los cuales, nos ofrecen la “cura” de las tensiones.
Existen algunos adaptados para todo tipo de familias, en los cuales, se ocupan de los niños, dejándote sola para elegir tu propia meta: el relax.
Siempre pensamos, y es cierto, que no son nada baratos, pero en ocasiones resultan más económicos que un viaje y con la ventaja de que obtenemos un beneficioso resultado.
Su experiencia es de lo más placentera y seguro que al regresar estamos deseando volver de nuevo.
Es una forma de no temer a la siguiente semana y ver como transcurren lentamente los días y meses
como una cuesta interminable que nunca tiene fin.
La vida hay que bailarla bien erguido, mirando hacia adelante y sin volver la vista atrás, no la convirtamos en rutina, en agonía, libre de desafíos… hay que concederle un reposo, un descanso a nuestro cuerpo y nuestra mente que se lo tienen bien merecido, una forma para ello es encontrar el relax que conlleva a la paz, la tranquilidad, la calma que tantas veces nos hace falta. Hay que ser conscientes que de que debemos realizar un descanso.
Fuente: think wasabi