CENTENARIO DE SIMONE DE BEAUVOIR

 

 

Intelectuales del mundo entero se reunirán en el coloquio conmemorativo de los cien años del nacimiento de Simone de Beauvoir, organizado por la psicoanalista y escritora Julia Kristeva durante los días 9 a 11 de enero de 2008 en la Universidad París-Diderot, para discutir sobre la vigencia de la obra de la novelista y ensayista francesa, icono del feminismo del siglo XX y atípica compañera del filósofo Jean-Paul Sartre.

Simone de Beauvoir nació en París el 9 de enero de 1908, hija de una familia acomodada en la que recibió una educación típicamente burguesa, impregnada de convencionalismos basados en una férrea moral católica. Sin embargo, la joven Simone pronto se rebeló contra todo lo que le habían impuesto. En 1927 se licenció en filosofía en la Sorbona. Fue allí donde conoció a Jean-Paul Sartre, también estudiante, con el que inició una relación amorosa que duró prácticamente toda su vida y que se caracterizó por ser libre, moderna, y a veces incluso escandalosa. «Sartre correspondía exactamente al compañero con el que yo había soñado desde los 15 años. Era el doble en quien encontraba, incandescentes, todas mis manías. Siempre podía compartirlo todo con él«, escribió en Memorias de una joven formal.

 

Tras unos años dedicados a la docencia, en 1943 (en plena II Guerra Mundial) decidió dejar las clases y dedicarse exclusivamente a escribir. Se unió a la Resistencia francesa y además escribió su primera novela, La invitada, en la que trata el tema de la libertad y la responsabilidad individual. Terminada la guerra, Simone comienza a trabajar en la revista Les Temps Modernes, cuyo director era Sartre, padre del Existencialismo, filosofía que impregnaria toda su obra literaria.

En 1949 publicó El segundo sexo, el ensayo feminista más importante del siglo XX, que empezó a escribir, según ella, cuando reflexionó (a propuesta de Sartre) sobre lo que había significado para ella ser mujer. Tras abordar la identidad de las mujeres y la diferencia sexual desde los puntos de vista de la psicología, la historia, la antropología, la biología, la reproducción y las relaciones afectivo-sexuales, Beauvoir sostiene la teoría de que «la mujer», tal como la entendemos, es un producto cultural que se ha construido socialmente: la identidad de las mujeres se ha definido siempre respecto a algo: Como madre, esposa, hija, hermana… Así pues, la principal tarea de la mujer es reconquistar su propia identidad específica y desde sus propios criterios. La frase que resume esta teoría es muy célebre: No se nace mujer, se llega a serlo.

Dos años antes de la publicación de El segundo sexo, conoció en una de sus giras al escritor norteamericano Nelson Algren, con el que comenzó una relación que duraría hasta 1964, aunque nunca dejó por completo a Sartre (quien mantenía un romance con la actriz Dolores Vanetti) pese a las súplicas de Algren, quien detestaba la dependencia que tenía Simone del filósofo, hasta que el norteamericano decidió poner fin a la relación. Poco después, inició una relación con el comunista Claude Lanzmann, que se había incorporado al Comité de Redacción de Les Temps Modernes. Aunque era diecisiete años menor que ella, Lanzmann (que sí comprendía su relación con Sartre) fue el único hombre con el que convivió.

En 1954 publicó la novela Los mandarines, por la que fue galardonada con el premio Goncourt, uno de los más prestigiosos de Francia. A los 48 años decidió escribir su autobiografía, que al final vio la luz en cuatro volúmenes: Memorias de una joven formal (1958), La fuerza de la edad (1960), La fuerza de las cosas (1963) y por último Final de cuentas (1972). Estos cuatro tomos convirtieron a Simone, mujer emancipada que llevaba las riendas de su propia vida, en una figura a imitar para muchas de sus lectoras.

 

En 1970 escribió La vejez, un ensayo en el que afirma que los ancianos se han convertido en un sector marginado de la sociedad, como los inmigrantes o los pobres. Fue entonces cuando decidió retirarse casi exclusivamente a cuidar de Sartre, ya enfermo, hasta que éste murió el 15 de abril de 1980. Ella falleció el 14 de abril de 1986 en París, ocho horas antes de que se cumpliese el sexto aniversario de la muerte del filósofo.

La historia de amor Sartre-de Beauvoir es una de las más desconcertantes de la literatura. Hoy en día es del todo admisible una relación basada en un mismo proyecto de vida, sin necesidad de otros sentimientos más íntimos, pero en el momento en que la vivieron era revolucionaria. Entre los años 40 y los 70 del pasado siglo, la pareja que formaron, construida en la libertad y la confianza mutuas, fue uno de los pilares de la vida política y literaria. Aunque tras la caída del telón de acero y el derrumbe del marxismo y del existencialismo como sistema filósofico, muchas de sus actitudes han sido ampliamente criticadas, su postura radical, sus artículos, sus conferencias, sus viajes y su apoyo incondicional a las causas justas contribuían diariamente a acrecentar su imagen de intelectuales comprometidos y han convertido a Simone de Beauvoir en un verdadero mito.

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