Todos los veinticinco de abril me encanta levantarme y regalar claveles a todos mis amigos.
Portugal, con esta revolución pacífica ha dado al resto del mundo una lección de justicia y dignidad
A veces Portugal pasa desapercibido para nosotros. Y muchas veces olvidamos que Portugal le ha dado un ejemplo de humanidad y saber hacer al resto del mundo. Se trata del levantamiento militar del 25 de abril de 1974 que provocó la caída en Portugal de la dictadura salazarista que dominaba el país desde 1926, la más longeva de Europa. El fin de este régimen, conocido como «Estado Novo», permitió que las últimas colonias portuguesas lograran su independencia tras una larga guerra colonial contra la metrópoli y que Portugal mismo se convirtiera en un estado de derecho democrático.
Desde una cadena de radio, enviaban claves a los militares en pleno levantamiento. Para anunciar la primera salida, pusieron la canción que Portugal presentaba en esa ocasión para Eurovisión. Y cuando ya estaba casi conseguido… ese «Grandola Vilamorena» que pone los pelos de punta con solamente 30 segundos. Esa canción se ha convertido en un himno apreciadísimo en Portugal. Sìmbolo de la más limpia revolución de la historia.
Pràcticamente no hubo que lamentar vìctimas y el primer paseo del ejército por las calles de Lisboa, fue con claveles metidos en sus armas.
Al año se convocaron unas elecciones constituyentes y se estableció una democracia parlamentaria de corte occidental. Se dio fin a la guerra colonial y se garantizó la independencia de las colonias africanas antes de finalizar el año 1975. También se realizaron nacionalizaciones de grandes empresas.
Alcemos alto los claveles ante el 25 de abril Portugués.