El blanco natural de los dientes no sólo es tema de salud, sino de estética.
El abandono de los cuidados bucales básicos, la ingesta de antibióticos, el tabaco, el café, el té o el vino son elementos que dan lugar a que nuestros dientes se oscurezcan.
Al igual que todas las pieles no tienen el mismo color, los dientes tampoco lo tienen.
Los dentífricos con flúor, son muy esenciales para fortalecer y proteger nuestros dientes, además poseen otros ingredientes específicos que pueden devolverles el blanco natural.
Estos productos contienen una combinación de partículas pulidoras y limpiadoras que ayudan a eliminar la placa y las manchas que se adhieren a la superficie, pero que a su vez no perjudican el esmalte. Poco a poco iremos recuperando el blanco natural con el paso de los días.
Si queremos una solución rápida para este problema, también existen dentífricos blanqueadores inmediatos que hacen reaparecer el blanco al instante. Cuando se realiza el primer cepillado ya se puede apreciar su efecto.
Los dentistas e higienistas recomiendan para una buena higiene dental y la obtención de unos buenos resultados el cepillarlos 2 veces al día como mínimo durante 2 ó 3 minutos. Siempre hacerlo masajeando desde las encías hacia el final del diente para evitar el sarro que con el tiempo, además de oscurecer llega a hacerse negro y picar las muelas.
Actualmente la educación de los higienistas está muy sobre valorada en los niños, pues desde hace pocos años, los escolares son llamados a consulta personalmente para la revisión de esta parte tan esencial de nuestro cuerpo y su posterior enseñanza de limpieza.
Fuente: editum