Autor: Laurap
Charlemos sobre un tema escabroso, después de la «felicidad» Sanvalentina, de las palabras del conseller de la Generalitat Joan Saura sobre la legalización de las drogas.
¡Y vaya revuelo que levantó! En realidad solo fue sincero, cosa que en política es inexistente… «hay cosas que un conseller no puede decir», dijo Josep Piqué.
Bien, y digo yo… ¿hay cosas que un conseller no puede decir? Un conseller, un político cualquiera, DEBE decir lo que está en la calle, lo que nos puebla diariamente. Y esconderlo, evitarlo o acallarlo, no sirve de nada.
En este tema sobre la legalización, evidentemente hay una gran división de opiniones. Desde la legalización total, legalización de las llamadas «drogas blandas», desde nada y hacia nada.
Si miramos a nuestro alrededor, nos daremos cuenta de que el hachís y la marihuana, es de uso común. Lo es y punto, legal o ilegal.
Entonces, no sería la pregunta correcta, ¿hace más o menos daño ilegalizado?
Pues si bien existe la libertad de expresión, ¿existe la libertad de expresión? ¿o me catalogarán como apología a las drogas? ¿hay libertad de expresión cuando uno está en contra de alguna ley?
Extremoduro dice asi como «y quién dirá sobre mi libertad de expresión, cuando me diga que me cago en la Constitución!» Y claro, ejem. Silencio.
La legalización de la marihuana o el hachís permitiría un control menos mafioso de las drogas, permitiría que la calidad mejorara, que los que fuman no se jueguen sus nóminas si la seguridad nacional les pilla con las manos en la masa.
Que sea ilegal solo crea una opresión contra algo que igualmente se hace, que en gran parte de la sociedad quiere ser normalizado.
El otro día vi a un grupo, esperando al tren. Vieron el anuncio sobre «Drogas: hay trenes que es mejor no coger» y dijo uno: «mira que cogollos!!!!».
¿Callamos ante eso? A mucha gente le da igual que no sea legal.
El Gobierno decreta que es una sustancia nociva, otros Gobiernos decretan que no lo es. Pero somos los mismos seres humanos en todos los países y nos afecta igual… ¿Entonces quién realiza la obra correcta?
Y digamos que nadie dice pero todos ven, que el Gobierno, y seamos conscientes de ello, no mira por nuestra salud, sino por las facturas de la seguridad social.
Tenemos la calle llena de vallas publicitarias de alcohol y tabaco. ¡Eso sí! Con el fumar puede matar, o bebe bajo tu responsabilidad. Pero la publicidad la cobra, si señor, igualmente.
¿No cobran con las drogas ilegalizadas?
¿Nunca os habeis encontrado con una placa sellada por la policía?
Existe la corrupción dentro de la linea «legal», y dentro de la «ilegal», bajar la cabeza.
¿Que opinais?!!