La cocina puede ser una buena forma de jugar con un niño, educándolo a su vez con a relación de los alimentos. La cocina puede ser un aula, los niños pueden observar como un alimento cambia de color, como se hacen dulces los alimentos…a partir de los 3 años y con mucho cuidado de papá y mamá podemos introducirlos en la cocina. Sin darse cuenta desarrollan su creatividad, su psicomotricidad y sus cinco sentidos, descubriendo alimentos y formas nuevas de comida que pueden resultarles más apetecibles a los que no son muy buenos comedores.
Un mayor cuidado de atención deben de tener los instrumentos como cuchillos, horno, sartén… intentaremos que no estén a su alcance.
Podemos darles tarea como la de lavar la fruta, preparar rebozados, mezclar alimentos, aplastar patatas, untar con mayonesa…
Uno de sus placeres favoritos es mancharse, embadurnarse de harina o sustancias pegajosas, pero la meta no es estar limpios, sino disfrutar en la cocina. Podemos vestirlos con un chándal viejo y un delantal a su medida (como una camiseta), de esta forma les invitaremos sin ningún miedo a tocar con las manos, chupar o explorar.
Si queremos que usen utensilios a su medida, existen en el mercado artículos de cocina especiales para ellos como rodillos pequeños y ligeros, cuencos manejables, moldes minis…
Otra manera de comenzar esta aventura es antes de introducirnos en la cocina, ir de excursión, al mercado para comprar, todo aquello que nos puede hacer falta para ponernos manos a la obra.
Y… una cosa a tener en cuenta es que si vas a introducir aun niño en la cocina debes estar preparado para todas sus preguntas ¡su curiosidad es insaciable!
Fuente: peque recetas