No me gusta el marido de mi amiga

No me gusta el marido de mi amiga 1Y, con “no me gusta”, quiero decir que no lo soporto!

El otro día hablaba de la sinceridad y el tacto a la hora de hablar abiertamente sobre lo que pensamos y nuestra opinión sobre determinados temas, sobre todo, aquellos que tienen una gran carga emocional.

Pues bien, ahora me encuentro en una tesitura similar. No sé si debería utilizar el método Risto y decirle a mi amiga que su marido es un machista, egoísta, malasombra y con muy poquita gracia, muchísima menos de la que él se cree que tiene. O bien, recurrir a la sutileza y decirle que su marido es… poco detallista con ella…, algo injusto…, desproporcionado en sus criterios… ¡malasombra, machista y egoísta!

O, quizás, debo quedarme calladita e intentar comprender cómo pudo fijarse en él, casarse y lo que es peor, ¡enamorarse de él!

Mi amiga es un encanto, es guapa, atractiva y podría estar con quien ella quisiera… bueno, y parece que así lo ha hecho. Y si yo la quiero a ella y ella lo quiere a él, enteces, ¿los maridos de mis amigas, son mis amigos? uuuuh ¡vaaayaaa liiíoo!

¿Debo pensar que no es mi problema? ¿Qué no debo meterme? Lo cierto es que no resulta recomendable entrometerse en las cuestiones de pareja y, también es verdad que ella nunca me ha pedido mi opinión pero, cuando estamos solas y me cuenta o se desahoga relatando sus discusiones, sus desacuerdos y el malestar que le produce su comportamiento, ¿qué hago? ¿Le pongo mi hombro mudo, la consuelo y le resto importancia, o le digo todo lo que pienso realmente de él? Porque, si hago esto y siguen juntos para siempre, lo único que puedo provocar es una situación incómoda para todos y que nuestros encuentros sean sin maridos a partir de entonces.

A lo mejor, el problema soy yo y no sé ver sus múltiples cualidades, escondidas tras esa fachada machista, egoísta y sin gracia.

 

Scroll al inicio