Los indiscretos Obama y Sarkozy
En otras ocasiones he comentado en este espacio, y también se lo recuerdo a mis alumnos y clientes, que los personajes públicos son observados en todos sus movimientos y no pueden bajar la guardia. Cuanto mayor sea la dimensión pública del personaje, mayor es el número de medios de comunicación que se mueven a su alrededor y escapar al ojo