Muchas mujeres han debido padecer, o aun lo hacen, a un hombre machista al extremo a su lado.
Seguramente, dentro de sus experiencias han debido contabilizar gritos, gestos de desprecio, celos, humillaciones y en casos límite, golpes.
Lamentablemente, esto que parece pertenecer al pasado remoto, es parte de nuestros días.
Muchas mujeres fallecen a diario por un trato violento por parte de sus parejas.
Es por ello, que la solución debe encontrarse lo antes posible. Y nada mejor que las mismas mujeres para hallarla.
Un primer paso para toda solución, es prevenir el problema. Si el problema logra evitarse, jamás se verán sus perjuicios.
Un hombre violento, es sumamente machista. Cuando habla acerca de las mujeres o de las actividades que éstas desempeñan, lo hacen con desprecio, de manera despectiva. Como ellos creen que el sexo femenino es inferior, lo demuestran en sus actitudes e intentan convencer a las mujeres de que están en lo cierto.
Otra característica de un hombre violento es que es extremadamente celoso. Todo lo perturba: la ropa que la mujer se pone, las posiciones que adopta en su rutina diaria, las relaciones que logra establecer en su entorno social, las amistades que ella cultiva (muchas quizá de años de antigüedad).
También estos perfiles concuerdan con personas muy amables y agradables para la sociedad. Es decir, que cuando las mujeres cuentan lo que ocurre puertas adentro, nadie parece creerles, pues el hombre en cuestión, es una verdadera dulzura.
Recuerden: el lobo lleva piel de cordero.
Fuente: psicoterapeutas
