Un síntoma de la mala circulación de sangre por las piernas es la aparición de várices y arañitas.
Una forma de evitarlas es a través del ejercicio. También se puede optar por levantar las piernas cada tanto sobre una silla u otro objeto. Se recomienda no utilizar pantalones ni ropa interior ajustada, etc.
Pero… ¿qué hacer si ya están instaladas en nuestras piernas?
Bien. Existen numerosas técnicas de disipación y eliminación total de las mismas. Por ejemplo, las compresas con agua tibia y alguna esencia des inflamatoria como la melisa, es una buena técnica en cuanto a la disminución de las malas apariencias a causa de éstas.
Otra opción está en el gabinete de la masajista profesional. En este caso estamos hablando de un tratamiento con cierta perdurabilidad en el tiempo. Los resultados se van notando con el transcurso de los días.
Pero si lo que se desea es la solución definitiva. Las cirugías parecen tener la respuesta. Se puede optar por la cirugía convencional o por la cirugía láser.
En ambas modalidades los resultados serán muy evidentes, solamente que en el caso de la cirugía láser se evidencia una menor invasión al cuerpo mismo.
Las várices suelen producir, además de mal aspecto estético, dolor en las extremidades, por lo tanto suelen ser motivo de indisposición y malestar personal.
Una consulta profesional temprana, puede traer soluciones rápidas y a la vez duraderas, que implique una verdadera revolución en nuestras vidas.
Fuente: mundo varices