¿Burkini o «c-string» para la playa?

Autor: Candi

Necesito vuestra ayuda urgentemente. Mi chico me espera con las bermudas puestas para largarnos de vacaciones y yo todavía no sé qué meter en la maleta. Para ahorrar tiempo, mi chico ha ido a trabajar con esas bermudas, conducirá hasta la costa con esas bermudas y en cuanto avistemos el mar, abrirá la portezuela del coche y se arrojará del asiento al agua con las mismas bermudas. Sin embargo, ¡oh Dios mío, oh Alá, oh depilado brasileño!, yo ya no sé qué ponerme para ir a la playa.

He descartado el rancio bañador de toda la vida. He descartado el tres piezas que el año pasado dibujó en mi tripa formas simétricas interpretables en el test de Rochard. Y he descartado el top-less porque todavía no he ahorrado para unos implantes mamarios a los que ya he echado el ojo en un folleto. Del nudismo, ni hablar. Busco algo rompedor. Y lo que rompe este año es el burkini y el «c-string».

 

El burkini es esa prenda de baño que según dicen, ha inventado una australiana para que las musulmanas más ortodoxas puedan ir a la playa. Yo más bien pienso que el burkini lo ha inventando un pitufo. Y si no es así, que alguien me explique a qué viene esa protuberancia fláccida en la cabeza. Además, ya sabéis que si el sol incide directamente en su piel, las pitufas adquieren una tonalidad violácea que las hace muy poco atractivas a los ojos de los pitufos. ¡Menudos son los pitufos! En cuanto ven un centímetro de pitufapiel, se les desmadra tanto la zarzamora bajo las mallas blancas, que pierden su reputación como mascotas infantiles. En fin, yo no soy ninguna moralista. Yo sólo soy una chica muy cool y a efectos prácticos, qué queréis que os diga. Por el mismo precio, el burkini te sirve de traje espacial para invadir otra galaxia o te ahorra el collarín si sufres una contractura de cervicales.

 

El «c-string» es otra cosa. Eso sí. Una cosa muy, pero que muy pequeñita. El «c-string» es la madre de todos los tangas. No ocupa nada en la maleta y se sujeta al pubis sin necesidad de tira alguna. Por si fuera poco, me parece de lo más polivalente ya que se puedes usar como diadema o también se puede usar la diadema como «c-string». Allá cada una. Lo malo es que me recuerda a una vez que me puse el salva-slip al revés. En fin, cosas de mujeres. Siempre tan mimadas por la industria de la moda, tan indecisas y tan presumidas; tan castas y tan zorras; y mi chico fumándose un cigarrillo con las manos en los bolsillos de sus bermudas.

 

¡Socorrooo! ¿Qué me pongo en la playa?

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