Hace apenas unos días se presentó en Nueva York la última edición del calendario Pirelli. Para este 2012, el fotógrafo encargado de retratar a las modelos más codiciadas fue el napolitano Mario Sorrenti y la estrella principal, como no podía ser otra, la incombustible Kate Moss. Las imágenes son de una belleza apabullante. Ellas se funden con el medio y la luz en la isla de Córcega en unas instantáneas que destilan equilibrio y serenidad.
El calendario más deseado de la insigne marca de neumáticos ha ido evolucionando a lo largo de los años hasta llegar a ser el objeto de fetiche que conocemos ahora. Hubo un primer intento de calendario en 1963 pero el resultado fue decepcionante. Las modelos aparecían rodeadas de neumáticos posando en diferentes vehículos, nada había del aura de belleza y sensualidad que se ha convertido en el sello de la marca, era más bien un calendario de taller mecánico. En 1964, en cambio, Robert Freeman empezó a definir el estilo de Pirelli retratando a modelos poco conocidas en Mallorca. En 1969, se realizó una edición dedicada a las chicas californianas. Entre 1975 y 1983 hay un parón. Desde el año 1994, las top models se convierten en el reclamo indiscutible para Pirelli: Cindy Crawford, Helena Christensen, Kate Moss… Ellas son las reinas. Sólo dos españolas han aparecido inmortalizadas en las imágenes: Inés Sastre y Penélope Cruz. Sea como sea, muchas de las retratadas están dispuestas a repetir y es que Pirelli ha convertido su almanaque en uno de los objetos más codiciados, y sus imágenes en auténticas piezas de museo.
Las 25 fotografías de este 2012 son desnudos integrales, 18 de ellas en blanco y negro y 7 en color, pero en todas y cada una de ellas la fuerza estética es tan impactante y el erotismo es tan brutal pero a la vez tan natural que lejos de tacharlas de obscenas, lo único que podemos hacer es quedarnos con la boca abierta.
Fuente: El Pais