No es fácil para una mujer triunfar, aunque ahora lo logren muchas. El camino es tortuoso y no es culpa de nadie más en muchos casos, si el éxito no llega a pesar de los esfuerzos. El triunfo está asociado a nuestro empuje para lograrlo y nuestra constancia para mantenernos firmes cuando todo parece que se va a pique. Una mujer triunfadora es el resultado de algo más que su buena preparación y su experiencia.
Hay tres cosas que debemos trabajar para lograr sentirnos satisfechas y alcanzar el triunfo, porque lo merecemos y porque podemos lograrlo. Tres obstáculos que impiden que triunfemos porque sin darnos cuenta, cada una puede sabotear el éxito que tanto busca, te parecerá increíble pero es así, está en nosotras mismas superar los mismos y realizarnos no solo como profesionales sino como personas.
Trabajar nuestra autoestima es muy importante. No solo las personas tímidas o muy introvertidas sufren de una baja autoestima, que también aquellas que parecen siempre brillar a donde quieran que vayan pueden enfrentarse al sentimiento de poca valía que se va forjando por distintas situaciones durante la niñez. Esto puede convertir nuestro camino al éxito, en muchos tropiezos, al considerarnos que no lo merecemos.
Para superar este aspecto, hay que trabajar cada día en nuestra autoestima, comprender que somos personas con virtudes y defectos, que podemos tener días triunfantes y otros que no lo son tanto. Valorarnos es algo que no debemos confiar a los demás sino asumirlo por nosotras mismas.
Darle valor a nuestra opinión por encima de la ajena, cuando dejamos de lado nuestras opiniones o sometemos nuestras decisiones a lo que los demás piensan o desean, es cuando damos lugar a que las nuestras pierdan su valor. Sino las valoramos por nosotras mismas no lo hará nadie. Debes mantenerte firme en tu opinión y en lo que piensas, en algo tan sencillo como vestirte o cómo decides vivir tu vida. Esto no significa que tomar en cuenta la opinión ajena no sea algo beneficioso en ocasiones, pero siempre debes mantenerte en lo que piensas es lo mejor para ti.
Concentrarte en tus objetivos, si tu meta es llegar a ser jefe de un departamento, dueña de un negocio, o terminar una brillante carrera, debes mantenerte en el camino sin desviarte para nada de él. Eso implica crearte planes para llevarlo a cabo, no dejarte distraer por eventos que pueden cambiar el rumbo de tu existencia, que son importantes quizá, pero que de ninguna manera deben anteponerse al objetivo principal de tu vida. Debes crear una serie de objetivos, de los más importantes a los que quieres alcanzar pero no a corto plazo, de modo que te guíes por ellos.
El éxito no se logra como algunas pensarían, de repente un día, se hace día a día para alcanzar la meta, teniendo en cuenta quién eres y lo mucho que vales, lo importante que es tu opinión y que debes concentrarte siempre en tus objetivos.
Imagen: Karolina Kurkova