Cómo hacer un exfoliante casero

Con la llegada del buen tiempo de seguro que más de uno se ha preguntado que le pasa a su piel. Ya no luce bonita, parece que todo lo que le echamos no lo absorve y creemos que no es aquella que teníamos antes. Y aunque el consejo que les voy a dar hoy es verdad que no les va a suponer el remedio a todos sus males, si que les ayudará, y como buena cosmética casera está realizada solamente con productos naturales.

Exfoliante casero
Hacer un exfoliante casero es muy sencillo

Cómo hacer un exfoliante casero

Aunque son varias las formas de hacer un exfoliante casero, lo cierto es que la que les voy a contar a continuación la he probado y aún hace pocos días que me he metido en la bañera convencida de que mis piernas luzcan mejor que nunca. Así bastará que mezclen un poco de miel en un bote, a lo que han de añadir una cantidad proporcional de sal. Sabrán que es lo justo cuando quede demasiado espeso y no se pueda extender. En ese momento, añadan una yema de huevo y revuelvan todo.

Listo, ahora solo les queda aplicarlo en la piel y frotar solo un poco para eliminar las células muertas. Una vez bien untadas lo dejamos reposar unos minutos para que al mismo tiempo nos hidrate y luego lo eliminamos con agua y jabón. ¡Saldremos como nuevas!

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