Las manos muchas veces se ven sometidas a cierto olvido por nuestra parte, sobretodo si se ven expuestas frecuentemente al clima adverso o a productos químicos que alteran el PH de nuestra piel sin que nos demos cuenta. Esto hace que, con el paso del tiempo, nos aparezcan manchas, pierdan firmeza, aparezcan agrietadas… Bastará con el cuidado diario usando una buena crema hidratante para evitar y mantenerlas sanas y con buen aspecto. Para ello, escogeremos, en la medida de lo posible, cremas elaboradas con ingredientes naturales, siempre teniendo en cuentay evitando posibles alergias o intolerancias.
Aplícalas abundantemente sobre las manos limpias, al terminar el día durante tu rato de relax, para evitar manchar todo lo que toques. Si observas una sequedad aguda, además de aplicarte la crema, ponte unos guantes de algodón limpios para que el efecto sauna abra los poros de la piel y facilite la entrada de los agentes hidratantes. Si hace falta, duerme con ellos. Al día siguiente, tendrás unas manos hidratadas, suaves y tersas.
Si te atreves y te gusta experimentar, te acercamos una receta muy fácil de elaborar para que tu misma en casa puedas hacerla:
Crema hidratante a base de gelatina y glicerina (ingredientes):
– 100 gramos de glicerina.
– 4 gramos de gelatina neutra o varias láminas.
– 10 ml de agua de rosas.
– Unas gotas de perfume que más te guste (del que se usa, por ejemplo, para elaborar jabón. Lo encontrarás en droguerias especializadas)
Elaboración: corta a trozos las láminas de gelatina neutra, dejándolas en remojo con el agua de rosas durante una hora para ablandarlas bien. Mientras, pon la glicerina a calentar al baño María, poco a poco hasta que se disuelva totalmente. Añade las gotas de perfume que hayas escogido (también lo puedes hacer sin perfume, si el olor te molesta) y la mezcla de la gelatina con el agua de rosas cuando lo hayas apartado del fuego. Viértelo en botes de cristal de boca ancha y déjalo enfríar. ¡Ya tienes tu crema de manos casera!