Las mesas de la recepción de la boda, son el foco central del cual todos los novios deben preocuparse, mucho más que las cortinas, la iluminación y hasta la comida.
Las mesas son capaces de vestir un salón por completo, y no necesariamente para lograr el mejor efecto, hay que hacer un gasto enorme.
Lo primero es seleccionar la forma y el tamaño de las mesas. Las mesas redondas y pequeñas, siempre lucen mejor que las grandes de forma rectangular. Organizar las mesas por grupitos, estimulará la conversación de los asistentes.
Para las mesas buffet, piensen en una disposición con forma de U u otro formato más glamoroso que una simple mesa larga y recta.
Los manteles blancos suelen ser los más comunes y predecibles, por lo que si desean una boda diferente, elijan un mantel de un color más opaco, que podría ocultar mejor una mancha, o con texturas como el encaje. Los manteles y cintas superpuestos y en colores contrastantes son también una buena opción para hacer una boda diferente. Con las servilletas también pueden conseguir dar un efecto distintivo a sus mesas. La idea es causar un impacto visual desde la misma entrada a la recepción.
Los cubiertos y loza que seleccionen, tienen que ser de porcelana y cristal, para darle a la boda, un efecto de elegancia indiscutible. Decorando las sillas con fundas pueden conseguir un gran realce en la decoración de las mesas.
Recuerden no poner centros de mesa que interrumpan la conversación de los invitados, y evitar también, poner las mesas muy cerca de una puerta o ventana.
Vía: Weddinglovetoknow
Fuente de la noticia: Elegir un mantel para la boda