Sol, calor y buen tiempo, como cada año, llega el momento de mostrar esas zonas corporales que se han estado blanqueando al abrigo del prolongado invierno, y mientras intentamos que la ropa del verano pasado nos siente maravillosamente nos topamos de frente; como a bocajarro, con una presión mediática abierta o encubierta hacia la delgadez y los cuerpos esculturales.
Y no hay quien escape, nos la muestran los personajes que aparecen en los medios de comunicación y aparece asociada a la felicidad, al éxito, y a la salud, y lo peor de todo es que nos hacen creer, al menos en parte, que estar delgado es a lo único que se puede aspirar cuando llega el verano.
Como referente a la salud y dentro de unos parámetros, debemos admitir que siempre es preferible no sobrepasar en exceso nuestro peso ideal; sin embargo, mientras evaluamos que hacer con esos kilos de más, añadimos sin ser conscientes otra fuente de estrés a nuestro día a día, y si además eres mujer, la presión es mayor, y sacudirse ese control y esa obsesión por la delgadez, se convierte en un reto de considerable envergadura.
Hay que tener en cuenta que debemos de mantener un equilibrio entre lo que deseamos y lo que es bueno para nuestra salud. es por esto, que no debemos ser irresponsables con nuestra salud y no llevar al límite ninguna dieta milagrosa ni nada que se le parezca; o también hacer ejercicio físico llevado al extremo para lograr un cuerpo diez en un tiempo record.
Fuente: adelgazar