La regla: el calvario de una mujer

 

Texto de Lola, la comentarista más activa de la página.
Para algunas mujeres esos momentos, en los que las hormonas se revolucionan, son un horror. Para ellas escribo especialmente esto. Reconozco que una de las mayores liberaciones de mi vida se produjo cuando me practicaron una extracción de útero y ovarios, afortunadamente por un problema de patología benigna.

Después de los consabidos nervios de la intervención quirúrgica, todo fue mucho mejor. Llegó la temida menopausia con la agradable sorpresa de no sentir apenas síntomas: algún sofoquillo fácil de aguantar, y nada más (sé que por desgracia, no todas las mujeres la viven igual), pero como para mí no supone ningún problema, al menos de momento; vivo la retirada de la regla como una bendición; y eso me hace recordar mis terribles meses de mujer fértil.

Por ello, pienso en las mujeres que aún tienen que sufrir todos los meses un calvario parecido: Reglas con una gran perdida de sangre, que te producen anemia y, por tanto, agotamiento; los dolores de cabeza, los retortijones… Y qué decir de lo que ahora llaman síndrome premenstrual: sensibilidad a flor de piel, irritabilidad, tristeza sin motivo aparente.

Te pasas la vida pendiente de la dichosa compresa o el dichoso tampón no vaya a ser que se desborde su contenido y se produzca una gran mancha en tu ropa. Te sientes húmeda y sucia. El dolor, a veces, te impide hasta respirar; te atiborras de analgésicos, y, encima, está mal visto que digas: hoy no puedo trabajar, tengo la regla y me encuentro fatal; así que te ves obligada a atender tus tareas diarias entre retortijón y retortijón, anhelando el momento de volver a casa, meterte en la cama y olvidarte del mundo.

Yo aconsejo a esas mujeres que acudan al ginecólogo y que insistan en sus síntomas, pues aunque, en un principio, no suelen hacerte mucho caso, y acostumbran a darte unas pastillitas para aliviar el dolor; en muchas ocasiones, esos síntomas encierran otros problemas que tienen solución. Por ejemplo, la endometriosis es una enfermedad que se puede tratar y produce muchas veces esos dolores y esas hemorragias excesivas.

Para la mayor parte de las mujeres, estos períodos, suelen sen un engorro por lo menos; para algunas una cruz, y sólo unas pocas privilegiadas pasan por ellos sin ningún tipo de trauma ni molestia.

Los hombres nos toman a chirigota, es frecuente oírles decir: «Déjala, está con la regla»( más tarde dirán: «Déjala, está con la menopausia»); pero, por favor, no seamos igual que ellos, no les sigamos el juego y hagamos los mismos chistecitos, porque, en serio, hay mujeres que lo pasan realmente mal; y, pienso que por lo menos nosotras deberíamos ser solidarias, no sólo con el lenguaje, sino echándole una mano a una compañera en el trabajo cuando está en ese estado, entendiendo a una empleada o hablando con una amiga que lo está pasando mal por esa causa.

Aunque siempre es bueno el sentido del humor, seamos compresivas, porque el tema no es ninguna broma; duele mucho, de verdad.

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