Frágil como un dibujo. Así es la moda y la mujer que la diseñadora bilbaína propone para la primavera y el verano del año que viene.
Puntillas, gasas y algodones que encajan a la perfección con el punto, el crep elástico, la seda elástica, la muselina,los pequeños brillos y el duchesse, negro como la noche. Los colores recuerdan a la infancia: Rosa chicle, como un globo que casi revienta; Blanco compacto, construido y tenso, dibujando el cuerpo; Azul cielo y algún plateado que recuerda los sueños de futuro.