Cuando Mary Phelps Jacob se probaba su vestido de noche, con el consabido corsé de la época, al asomar uno de los huesos de ballena de los que estaba hecho asomaba por el escote afeando su vestido. Con un par de pañuelos de seda y unas cintas elaboró el primer sostén moderno.
Al verlo sus familiares le pidieron les confeccionara uno, viendo su potencial solicitó y obtuvo la patente en 1914.
Levantó un negocio, con el nombre de Caresse Crosby. Más tarde vendió la patente del sostén a los hermanos Warner Corset Company por 1.500 dólares, quienes recaudaron 15 millones de dólares en 30 años.
Aunque no fue le primer diseño de sujetador, hubo una patente anterior en 1893 creado por Marie Tucek pero su complejidad frente a la sencilla pieza creada por Mary Phelps lo ocluyó.
Se considera a la británica Mary Quant la creadora de la minifalda, aunque según ella misma dice no lo fue, sino que la minifalda la habían creado las chavalinas normales y corrientes, quienes a principios de los años sesenta empezaron a usarla en las calles de Londres y París.
Deambuló por trece colegios antes de entrar en la Escuela de Arte Goldsmith de Londres, donde supo que lo suyo era la moda y nunca quiso hacer otra cosa que diseñar. Primero modificó el uniforme de su escuela y cada vez cortaba más la falda.
1961 abrió su segundo Bazzar y dos años después ya estaba exportando para los Estados Unidos y recibió un premio de la moda del periódico “The Sunday Times”.
En 1963, año en que los Beatles lanzaban su segundo sencillo, “Please, Please Me”, Mary Quant causaba conmoción al presentar algunos de sus cortos y amplios vestidos en la revista Vogue.
Mury, un besito