Si hay que adaptar un dormitorio infantil a las necesidades de un adolescente, la tarea es más sencilla de lo que parece, si se recurre al naranja.
El anaranjado, en sus tonos más vibrantes, es uno de los colores que mejor acompañan el talante adolescente: se apodera de la luz, la devuelve intensificada, dota de calor y alegría al espacio, separa los muebles del fondo creando un mayor espacio visual, que impide sofocarse ante las aglomeraciones de objetos que son parte de la vida juvenil…
Además, el naranja es un color que se aviene bien con casi cualquier otra gama, y en sobre cuyo fondo destacan sin estridencias los colores más brillantes.
Un anaranjado terroso para las paredes es, sin duda, la mejor elección para que una habitación adolexcente brille sin resultar agobiante. El toque de alegría que no resulta extravagante.
¿Chico o chica? El naranua terroso es un color sin género. Ambos sexos se sentirán identificados con un color con felices reminiscencias de la infancia, pero con fuerte vocación de lo natural y de la madurez.
No dudes en probarlo.
Fuente de la noticia: Naranja para un dormitorio juvenil