Cuando se establecieron, a mediados del siglo XVII la distribución de las habitaciones en las casas burguesas de la Francia de Luis XV hizo su aparición el espacio llamado Bourdoir.
Se llamaba Bourdoir a una antecámara o vestidor, cercana a la sal de baño, donde las mujeres podían relajarse, maquillarse, vestirse o estar en la intimidad con sus amistades.
La decoración y los detalles de estos espacios eran muy femeninos, disponía de espejos, un tocador lleno de cajones de todos los tamaños, sillones o una chaise longue entre otras cosas.
Era un ambiente tan íntimo que los hombre de la época fantaseaban con las actividades en el boudoir, al imaginar a las mujeres en ropa interior o preparándose para el baño.
De ahí que se extendiera el concepto de bourdoi a las mujeres de vida fácil que se presentaban en los lupanares en ropa interior.
El tocador era una pieza imprescindible del bourdoir, llegando a coger el significado de la habitación.
La palabra bourdoi ha ido con el tiempo adquiriendo diferentes significados.
- Por un lado el vestidor o recámara de la habitación femenina con unos elementos específicos que la definen.
- Por otra parte el tocador que ocupa es espacio de esta recámara.
- Y por último mujer en ropa interior y por defecto la propia ropa interior. Esta se la debemos a la fantasía masculina.