Una nueva opción diferente a las ya conocidas en vestidos de novia, son los transgresores vestidos cortos. Algunos de ellos despliegan gran sensualidad y erotismo, mientras que otros conservan el glamur de las damas de Hollywood.
Pero vamos paso a paso, recorriendo nuestra vidriera. En primera instancia, vamos a hablar de las ventajas de un vestido corto. Este tipo de modelos, permiten mayor amplitud de movimientos en la novia, comodidad y frescura para las épocas de calor.
Los vestidos cortos son muy aconsejables para aquellas bodas que se realizan de día o por la tarde, con la luz solar. Este detalle se debe a que en este momento de la jornada, la naturalidad vale más que mil adornos.
A su vez, se sugieren para aquellas novias que acostumbran a ser informales y que no suelen llevar atuendos pesador ni cargados en accesorios y que por hacerlo pueden llegar a perder la elegancia y el decoro.
Como decía en un primer momento, los modelos pueden ser extremadamente sugerentes y sexys, dejando entrever las piernas, el escote y hasta la espalda, o conllevar cierto recato y distinción como es el caso de los vestidos Jacqueline.
En cuanto al velo y la cola, estos vestidos no se llevan muy de acuerdo con las extravagancias, por ello se sugiere que las mismas sean ligeras y poco cargadas, así como de un largo menor al de los vestidos largos.
Un detalle que queda muy elegante es el de acompañar este tipo de propuestas, con una capellina o sombrero del mismo color que el vestido.
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