Los vestidos de novia que vemos son casi siempre más de lo mismo. Raras son las ocasiones en las cuales vemos vestidos realmente originales, con detalles tentadores o que tengan algún color.
Los broches son, por ejemplo, un accesorio original y increíble, que nos permite variar el aspecto de cualquier vestido y realzar el área donde vaya puesto en el caso de las novias. Yo no prescindiría de un gran broche dorado para añadir a un vestido de corte griego.
Hay vestidos que tienen capas de color, y no hacen más que maravillar a quien los mira, porque son realmente evocadores.
Para las novias, incluso los vestidos de satín en colores fuertes nos muestran un magnetismo especial que no había visto antes.
Con las nuevas propuestas de moda para las novias, me da la impresión que ahora, cualquier vestido de fiesta sirve para casarse, porque no hay convención que exija a las novias llevar un vestido blanco, largo, con velo y un ramo de flores colorido. Hoy en día, hasta un vestido dorado podría ser parte del ajuar de la novia, y a nadie debería sorprenderle ni causarle alguna molestia. Todo esto nos muestra que los tiempos han cambiado, y ya de rígidos, no debiéramos tener nada, al menos, no en cuestiones de moda.
Vía: nymagwedding
Fuente de la noticia: Vestidos de novia modernos