Autor: Lau
Las mujeres somos educadas para agradar, en cuanto a ellos todo lo contrario. Descubramos el porqué.
En general es mucho más aceptado un transexual femenino (de hombre a mujer) que un transexual masculino (de mujer a hombre). ¿Por qué? Es desagradable que alguien pueda desear tener pelos por todo el cuerpo, la voz ronca y un andar desgarbado. No obstante se considera más aceptable la idea contraria: voz suave y unas extraordinarias ganas de AGRADAR. Las mujeres somos inducidas a complacer: «sé amable», «sonríe», «no te manches el vestido».
Los hombres son inducidos a disgustar: «sé duro», «no sonrías tanto», «¿por qué no quieres pelear?»
A mi ellos me dan mucha lástima. Creo que es mucho más fácil aprender a ser desagradable.
Conociendo el terreno suave y perfumado de lo agradable puedes pilotar tu nave hacia el planeta desagradable en menos de lo que nunca hubieses imaginado.
Eso si, ya en tu planeta nuevo, prepárate para el destierro: porque si hay algo que la eterna comprensión femenina NO pasa por alto es la mujer desagradable. ¿O debería decir desarreglada? ¿Varonil?¿ No amable? ¿No maquillada? ¿O tosca? ¿O masculina? Me cachis….
Fantaseo imaginando el día en que los hombres pierdan el miedo a ser femeninos y que las mujeres pierdan el miedo a ser masculinas. Según la RAE; masculino: enérgico. Femenino: débil, endeble.
Ala! A tomar nota!
Hombres, mujeres, machirulos y nenazas, suerte.