La palabra «metrosexual» fue inventada en Inglaterra por Mark Simpson en 1994 y se refiere a un hombre con un nuevo estilo y unas nuevas tendencias.
La definición, que encontré, es ésta: Un metrosexual es un hombre, heterosexual, bisexual u homosexual, que siente una gran preocupación por su imagen y se caracteriza por gastar en cosméticos y ropa bastante más que la media. El prefijo metro proviene de metrópoli y refleja que se trata de una tendencia principalmente urbana.
A los metrosexuales les gusta teñirse el pelo, usar cremas, pintarse las uñas, depilarse y usar ropa diferente, con cierto toque femenino. Se preocupan excesivamente por su aspecto físico, por lo que suelen ir a gimnasios, tiendas y peluquerías.
Generalmente, tienen dinero, y se dice que son narcisistas, que se quieren a ellos mismos y que su objeto es la seducción.
La verdad es que leyendo la definición, me parece que este término podría aplicarse también a determinadas mujeres, que hacen exactamente lo mismo. ¿Por qué la diferencia?.Tal vez porque ese tipo de mujeres se vieron siempre y los hombres así empiezan a mostrarse más desde hace unos años, lo que no significa que no los hubiese antes.
A mí, en general, no me gustan los hombres metrosexuales: me parecen artificiales y superficiales, aunque esto último, quizá, sea un prejuicio. Los hay muy guapos y con unos cuerpos que sacan el hipo, así que físicamente puede que estén bien; pero no sé si estoy mayor, porque -incluso el aspecto de estos «bellezones»- no me gusta; prefiero al hombre tradicional, varonil. Desde luego, respeto esta opción, de la misma forma que la respeto en la mujer.
Y enlazando con la mujer que se ocupa demasiado por su apariencia, gasta en cirugía estética, en cosméticos, peluquería, ropa, gimnasio, etc, creo que suele tacharse de «frívola, coqueta» y unos cuantos calificativos más, todos en sentido peyorativo. Entonces ¿por qué ahora casi se aplaude a los metrosexuales?. ¿No tienen ambos el mismo derecho?.
