Resulta que por serios estudios de una prestigiosa Universidad Ateniense y avalada por la Universidad Norteamericana de Harvard, se ha demostrado que la siesta reduce las posibilidades de infarto.
A ver si esta vez los de Harvard se han quedado calvos de tanto pensar.
Eso creo que lo sabe todo el mundo, ¿no?, ¿vosotras no lo sabíais? Bueno, yo es que ni me lo había planteado porque es algo que cae de cajón. Simplemente, descansar y reducir el estrés reduce las posibilidades de infarto. Tener tiempo de dormir una siesta tranquila reduce las posibilidades de infarto.
Y me pregunto yo… ¿Por qué los de Atenas han hecho este estudio? ¿Estudiarán ahora sobre la alimentación y llegarán a la conclusión de que comer mucho tocino y muchos bollos aumenta las posibilidades de infarto? ¿Será para que se promueva la cocina mediterranea y la cultura de la siesta?
Los médicos que les recomendaban a los pacientes con problemas de el corazón que se relajasen y descanasesen… ¿Estarán asombrados de este gran descubrimiento que es la siesta?
En fin señoras, la ciencia no deja de sorprenderme.