Otro detalle muy importante al momento de seleccionar la ropa de trabajo adecuada, es que la misma sea compatible con la labor que cada quien desempeña. Por ejemplo, no se puede vestir indumentaria casual, si las tareas a las cuales se dedica son ejecutivas y viceversa.
Por ello, las sugerencias suelen ser muy estáticas. Es decir, para los trabajos relacionados con las labores ejecutivas y de oficina, se sugiere vestir trajes o vestidos sumamente formales. Los mismos deberán estar acompañados de zapatos de tacón elegantes, preferentemente en colores neutros, para no desviar la atención. En cuanto a los accesorios para esta indumentaria, se recomiendan los más simples, para evitar recargar a la persona.
En el caso de ejercer trabajos menos formales, donde se requiere de mayor libertad de movimiento y destrezas corporales, la ropa debe ser informal y cómoda, pero siempre acondicionada y limpia. En cuanto al calzado, existen una serie de zapatillas muy vistosas y, a la vez, cómodas.
Poder concurrir a trabajar con el uniforme correcto, es una gran ventaja. Los empleadores suelen tomar determinaciones en cuanto a la duración en el puesto en base a este detalle.
Fuente: listindiario