Comportamiento en las comidas formales

En las fechas que se acercan aumentan las celebraciones en grupo. Estos encuentros se producen, en la mayoría de los casos, con comida de por medio bien sea en un almuerzo, cena, cóctel, lunch o vino español. Cuando estamos rodeados de familiares y amigos nos encontramos cómodos y relajamos nuestros modales pero a veces la ocasión se presenta más formal y hay que saber estar a la altura. El comportamiento en la mesa es un aspecto importante en la imagen personal y profesional.

Hay muchos libros editados sobre los modales adecuados en la mesa. Para que cuando la ocasión llegue no se esté pendiente de cómo utilizar cada cubierto o de si colocarse la servilleta en un sitio u otro, hay que practicar con anterioridad y así será un acto natural para estar atentos al resto de comensales y, muy importante, a la conversación.

Mucho han evolucionado los modales a la mesa. Como anécdota, comentaré que el invento de la servilleta como hoy la conocemos, se atribuye a Leonardo Da Vinci. En su libro Notas de cocina comenta que no soportaba ver cómo su señor Ludovico e invitados se limpiaban las manos con las pieles de los conejos que ataban a las sillas.

MESA FORMAL

 Por si no queda tiempo de leer alguno de los citados manuales antes de Navidad, daré unas breves pautas para desenvolverse en las ocasiones más formales:  

• Hay que mostrarse natural aunque sin resultar confianzuda.
• La postura ha de ser cómoda sobre la silla, sin recostarse, y con los brazos apoyados en la mesa (antebrazos o muñecas), sin dejar caer todo el peso sobre ellos.
• La servilleta se coloca desdoblada a la mitad sobre el regazo en almuerzos o cenas sentados. En meriendas, sobre la mesa (en el lado izquierdo) y en lunch o vino español y cóctel, en la mano (junto al vaso o copa).
• En las comidas de pie, una mano queda siempre libre para coger los alimentos.
• En la mesa, el pan se sitúa a la izquierda de cada comensal y se parte con las manos (no con el cuchillo).
• La conversación ha de mantenerse con las personas que le rodean, sin monopolizar todo el tiempo a una de ellas.
• Es importante observar al anfitrión. Este puede ser el que invita o, por ejemplo, el representante de la empresa de mayor rango en la fiesta navideña. Marcará el nivel de protocolo para el evento.
• Abusar del alcohol para facilitar la conversación puede tener consecuencias contraproducentes.
• Cuando se sirve vino diferente con cada plato, se hace pensando en el maridaje del mismo con la comida por lo que se deberá beber del vino correspondiente. Será, además, un gesto de cortesía cuando los ha elegido el anfitrión.
• Los cubiertos se colocan en el orden de uso y serán retirados con cada plato. Una vez usados, no hay que volver a apoyarlos sobre el mantel.

Y, sobre todo, a disfrutar de la compañía y la conversación.

Montse Calvo. Asesora de imagen profesional

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