De acuerdo con las cifras facilitadas recientemente por la sección de estadística del Consejo General del Poder Judicial, las demandas de disolución matrimonial se situaron en el 2014 en las 133.441, lo que representa una subida del 6,9%. El número de divorcios fue de 126.400, un 7,2% más.
Obviamente estamos ante unas situaciones que pueden marcar la vida de las personas implicadas y, en este sentido, los estudios apuntan que para las féminas, el divorcio llega a resultar mucho más doloso.
Ante todo, madurez
Estos procesos pueden ser potencialmente estresantes y muy exigentes para las personas que se encuentran envueltos en ellos, especialmente para las mujeres. En efecto, un reciente estudio elaborado por la Universidad de Duke establecía que las féminas son hasta un 24% más propensas a sufrir problemas cardiacos serios tras un divorcio.
En este sentido, conviene tratar de llevar la situación de la manera más civilizada posible y, siempre que se pueda, intentar por atar todos los cabos relacionados con el divorcio de manera extrajudicial, buscando el acuerdo entre las partes. Despachos como Avin Abogados se especializan, precisamente, en lograr acuerdos entre las partes, en procesos de separaciones o divorcios, más que en la instrumentalización de situaciones e incluso personas.
Tiempo para sanar
En función de lo que comentábamos anteriormente, otra clave para superar un divorcio (traumático o no) reside en la necesidad de tomarte el tiempo suficiente para que ‘sanen’ las heridas tras la ruptura. En este sentido, embarcarse en una nueva relación inmediatamente después de haberle puesto punto y final a otra no suele ser el mejor de los consejos.
Proyecta una nueva vida
Intenta, en la medida de lo posible, dejar atrás aquellos hábitos y rutinas que compartías con tu expareja y trata de ocupar tu mente con nuevos proyectos, actividades y cursos que siempre habías deseado tomar y que, por alguna u otra razón, nunca habías tenido tiempo de encarar. Esta distancia psicológica con tu ‘yo’ del pasado te ayudará a ver las cosas con mucha más perspectiva y, asimismo, a poner una frontera a partir de la cual comenzar tu nuevo proyecto vital.
Asimismo, debes intentar ocupar tu mente en actividades que te evadan del proceso de divorcio, ya sean físicas, intelectuales o de ocio.