Del metrosexual al retrosexual

Del metrosexual al retrosexual 1El término “metrosexual” se ha establecido como habitual en el lenguaje cotidiano desde la última década. La palabra fue inventada en Inglaterra para definir al nuevo hombre del siglo XXI al que le preocupa su imagen e invierte bastante tiempo y dedicación en cuidarla.

Un metrosexual se caracteriza por emplear los métodos de estética vinculados, principalmente y originariamente a la mujer, como pueda ser la depilación, el uso de cremas y cosméticos, la preocupación por la moda

Según he podido leer, el hombre metrosexual quiere ser considerado y reconocido como persona sensible y romántica. No entiendo muy bien qué tiene que ver la depilación con la sensiblería. Tal vez sea por los prejuicios o los estereotipos formalizados que nos crea un concepto previo de una persona según su apariencia. Así, a priori, una imagen de un hombre con todo su vello al viento, nos puede sugerir que se trata de un hombre más rudo que otro que se presenta todo depilado. Ahora mismo, mientras escribo esto, no puedo evitar que mi mente imagine un hombre muy parecido a Brad Pitt o David Beckham, si pienso en torsos depilados, y en un hombre estilo El Sevilla (cantante de Mojinos Escozios), al hablar de hombre de pelo en pecho. Sin embargo, la realidad, muchas veces, está bastante lejos de nuestros pre conceptos. Y, por ejemplo, por mucho que el personaje de Torrente apareciera sin un solo pelo en el pecho y con las cejas depiladas, no creo que inspirara mucho sentimiento de ternura y romanticismo. Del mismo modo que si evoco la imagen de Hugh Jackman, por ejemplo, con el vello perfecto anclado entre sus pectorales, me inspira una serie de sentimientos y sensaciones que hasta podría prescindir de su lado más romántico.

Sobre este tema hay, como en todo, opiniones para todos los gustos. Unos defienden el cuidado exterior, la apariencia y la imagen a capa y espada y un hombre sin vello le parece muy sexy y atractivo. Otros apoyan el macho ibérico, pelo en pecho y lo consideran como un símbolo de masculinidad. También hay los que, sencillamente, pasan del tema. Quienes, seguro, están encantadísimos con esta “fiebre del vello” son los centros de estéticas y fabricantes de cosméticos, que han ampliado su mercado vendiendo a los hombres los mismos productos que antes sólo consumían las mujeres. No obstante, parece que la nueva tendencia masculina es volver al típico “macho ibérico” y la imagen de personajes como el nombrado Lobezno o el actor Javier Bardem, son ahora los iconos de la desaliñada belleza masculina.

 

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