El silencio de Georg

El silencio de Georg 1El trabajo de Raúl Riebenbauer surge de una curiosidad que se convierte en una obsesión y una sed insaciable por conocer toda la verdad de un caso real sucedido en 1974.

El libro “Verdugos y Torturadores” de Juan Eslava Galán, cae en sus manos, en el que se hace referencia a los dos últimos ejecutados en España a garrote vil.

La historia de Heinz Chez, uno de los dos últimos ejecutados a garrote vil en España, se coló en la vida de Raúl de forma casual y se alojó en ella, casi sin permiso, con fuerza, sin prisa y con presión.

El hecho de que aquel hombre hubiera estado condenado a muerte el mismo día que Salvador Puig Antich, un luchador antifranquista, podría ser una mera coincidencia, aunque también, una simple marioneta utilizada para mermar los efectos de otra acusación injustificada.

De las páginas de un libro que le prestaron, se forjaron las páginas del Silencio de Georg, sin imaginar que acabaría convirtiéndose en su propio libro.

En 1995, aquel libro de tapas rojas, le invitó a adentrarse en el caso de Heinz Chez y su primera idea para encontrar las respuestas que poco a poco se iban despertando en su cabeza, fue buscar al abogado que habría pasado con él sus últimos momentos.

El primer dato lo obtuvo de un periódico, El Caso, donde aparecía el nombre del abogado de Chez. Jordi Salvà Cortés se convirtió en su primera fuente de información.

En su primera confesión, Raúl encontró irregularidades en la forma de dictaminar sentencia.

En el mismo encuentro, consigue una copia de la sentencia y la referencia del sumario del caso, que va a pedir al antiguo gobierno militar.

Al leer la copia de la sentencia, nuevas preguntas se despiertan en su cabeza, aparecen nuevos nombres, nuevos datos y su curiosidad sigue creciendo.

Su camino se va haciendo cada vez más largo y va encontrando diferentes obstáculos que pudo superar con esfuerzo.

 

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