¿Estás de lo más feliz y enamorada de tu nueva pareja? La verdad es que los primeros meses son siempre preciosos, pero no hay que olvidar que las relaciones incipientes pueden acabar muy bien o realmente mal. Puede que tú ya hayas experimentado en muchas ocasiones la sensación de que tus relaciones se te escapan de las manos, y de que todos tus príncipes azules acaban convertidos en sapos.
No te preocupes, no tiene por qué sucederte de nuevo. Tenemos algunos consejos que pueden ayudarte a la hora de conseguir que tu relación, esta vez, pueda ser la definitiva.
- Cuidado con idealizar a tu chico: aunque hayamos visto muchos cuentos de hadas, tu chico es tu chico, no el príncipe Encantador. Eso quiere decir que tiene sus cosas buenas, que seguro que son muchas, pero también sus defectivos (como todos). Por eso, conviene que no lo idealices, sino que o quieras tal y como es, con sus cosas buenas y sus cosas malas.
- Sé tú misma: muchas mujeres caen en el error de anularse totalmente al lado de su pareja, dejando de hacer lo que les gusta, centrándose solo en él, en sus amigos… No dejes tu vida de lado, porque al final, te pasará factura y acabarás culpándole a él.
- El amor se cuida día a día: puede que a tu chico le cueste decirte que te quiere o que está muy bien contigo, pero hay muchas maneras de demostrarlo (y esto también vale para ti). La indiferencia es un gran enemigo del amor, así que no olvidéis los gestos y los detalles.
Además, plantéate bien por qué has empezado una relación. Si es porque el chico te gusta, adelante, pero cuidado con las relaciones por despecho, porque no siempre funcionan. Eso de que «una mancha de mora, con otra mora se quita» no siempre funciona, y puede hacer que acabes acumulando otra mala experiencia.
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