Guía para encontrar empleo en época de crisis.

En estos tiempos de crisis no es extraño encontrar a alguien que ha perdido su empleo. A las siempre omnipresentes preguntas, dudas e impotencias que esta situación genera se suma, ahora, el hecho de que es verdad que es una época de recesión económica y es verdad que no se crea empleo tan alegremente. Lo que no es verdad es que sea difícil o imposible encontrar un nuevo camino profesional.

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Cuando una recibe la carta de cese, lo primero, lógicamente es ir al INEM, tenemos 15 días para hacerlo, pero lo mejor es hacerlo el primer día, aportar toda la documentación y dejar ése capítulo cerrado.

Solucionado el tema burocrático se impone la higiene mental: hay que vaciar la mente del antiguo trabajo y de las desilusiones y losas que nos acaban de caer encima. Para esto usaremos los primeros 15 días de nuestra nueva situación de «Lunes al Sol». Puedes hacerte un viaje corto; puedes montar los muebles de esa habitación que siempre has dejado para más adelante; puedes catalogar todos tus libros o puedes pasarte horas en el gimnasio, como prefieras. Las únicas reglas son:

-Que hagas lo que hagas sea algo que realmente deseabas hacer desde hacía un tiempo y nunca le habías encontrado un hueco.

-Que te de satisfacción personal.

-Que no te haga pensar en nada más allá de lo propuesto con este proyecto.

Tras los 15 días de desintoxicación, y relajada, hay que enfrentar la realidad; pero no de golpe y porrazo, no; por partes y con sentido. Aprovecha que ya has recibido la notificación del INEM con tu actual sueldo para hacer un cálculo de cuánto tiempo tienes para reengancharte a la actividad, eso ayuda a fijar tus propios plazos. El cálculo debe ser realista y contemplar todos los ingresos y TODOS los gastos. Con esto queremos decir que si fumas, por ejemplo, tienes que contar también con la cantidad al mes que gastas en tabaco, o en comprar el periódico, o el pan, y si tienes que reducir caprichos, mejor saberlo desde el principio y no llevarse sorpresas desagradables.

En esto es aconsejable tardar, al menos dos días. Así no te dejas llevar de arrebatos, como querer pasar la vida a pan y agua, y se pasa el disgusto inicial. También te saltará a la vista que el café que tomabas cada mañana en la cafetería del trabajo ahora te lo ahorras, y algo es algo.

Sabiendo el tiempo que tienes, y calculando tu nueva situación de confort o disconfort empieza el verdadero camino. Primero examina bien tus capacidades, tus aptitudes y actitudes. ¿Cuál es tu formación? ¿Cuál es tu experiencia? ¿Qué sabes hacer? ¿Qué haces mejor que otros? ¿Qué NO te gusta hacer? Sabiendo quién eres, podrás saber dónde encajas. Esto lo harás entrando en portales de empleo de los muchísimos que existen. Mira que puestos se ofertan, en cuáles encajas, cuáles te encajan en horario, sueldo, distancia… Sopesa, introduce tu CV y siempre redacta una carta de presentación, que deberá ser personalizada, adaptándose a la empresa y al puesto, así serás más visible.

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También puedes plantearte preparar una oposición, teniendo siempre en mente que necesitas al menos un plazo de 1 año, estudiar un mínimo de 6 horas diarias a máxima concentración, y que tienes que estar muy pendiente de las convocatorias, tanto de la elegida como de todas aquellas que te puedan servir de “entrenamiento”. Estando desempleado muchas tasas de oposiciones son gratuitas, aprovéchalo.

Si decides crear una empresa y establecerte por tu cuenta, acude a los servicios de Promoción Económica de tu municipio para que te orienten al respecto. Una vez tengas un Plan de Empresa viable, solicita el cobro de tu desempleo en un único pago, así tendrás tu inversión inicial.

Si en un plazo de tiempo de aproximadamente el tercio de lo que puedes aguantar sin trabajar no obtienes resultados, examina a cual de tus exigencias laborales puedes renunciar ¿Podrías trabajar más lejos? ¿En un horario menos atractivo? Amplía el círculo, siempre en aquellos trabajos de amplia oferta y que tú puedas desempeñar de forma solvente por tu experiencia y capacidades;  si esto es cierto, convencerás en las entrevistas.

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Pasados dos tercios del plazo temporal, hay que empezar a plantearse empleos que no gustan tanto pero que se pueden desempeñar con solvencia teniendo en mente que encontrar un nuevo trabajo estando empleada es mucho más fácil.

A la hora de negociar la entrada, cosa que siempre se debe hacer, expón tu mínimo irrenunciable, sea económico, de horario, o lo que fuere, no pienses en ganarlo una vez dentro, porque serás el nuevo, y te sentirás más vulnerable a los cambios empresariales.

El primer día, recuerda, tú sabes trabajar, tú eres válida, por eso has sido contratada, sólo tienes que dejar que otros lo vean, y sobre todo valorar que sin nervios te has puesto en circulación, de nuevo ¡En época de crísis!

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