Honestidades varias…

 

Autor: Laurap

A veces, la gente cree firmemente en su propósito de la nobleza.

¿Hasta que punto es ésto real?

El ideal de la nobleza, como ideal que es, reside en los conceptos «personales» de cada individuo, formados sin lugar a otra opción, por estereotipos.

Pues así, la nobleza como estereotipo deja de tener su condición pura y sentimental. Pero, ¿Qué diferencia una y otra?

La nobleza del ser que la posee por naturaleza o el que se adhiere a su concepto… (si es que ambas pudieran ser, no es el objeto ahora), la diferencia reside en el ejercicio de ésta.

Es decir, únicamente se diferencian en que mientras se ejerce la nobleza como estereotipo, también crece en el individuo la satisfacción personal, al igual que pudiera surgir en el tipo de naturaleza noble.

Entonces puede ser que la diferencia radique en que para el primero, la satisfacción pasa a ser la causa de la nobleza, y el segundo lo hace sin esperar recibir nada a cambio.

Él mismo no es la consecuencia de lo que sucede, sino producto de las circunstancias.

Al entrar en juego el egoísmo, la nobleza pierde coherencia y carece de sentido.

Esto me induce a pensar que la nobleza que lleva por consecuencia la consecución de la propia satisfacción personal, no deberíamos llamarla nobleza, al menos no nobleza pura, pero, ello daría lugar a definir nobleza, en terminos «no personales, generales y sin estereotipos» lo cual, ¿es imposible?

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