Infertilidad

 

Reportaje de Jeffrey Ring y Almudena García. Extraído del Libro de la sexualidad de Elena Ochoa.  

¡Ay de la casada seca!
¡Ay de la que tiene los pechos de arena!
Yerma (García Lorca)

La infertilidad es uno de los problemas físicos que puede distorsionar y erosionar la vida de la pareja.

La definición médica la describe como la incapacidad de alcanzar un embarazo después de un año intentándolo activamente.

Según la mayoría de los autores, la infertilidad afecta al 10, 15% de las parejas, atribuyendo un 40% al hombre, un 40% a la mujer, 10% a los dos y un 10% al hecho de no encontrar causa de infertilidad en ninguno de los dos. Sin embargo, en estas elevadas cifras se combinan datos sobre esterilidad (incapacidad definitiva de procrear) e infertilidad (dificultad para procrear en plazos superiores a un año).

Después de un año de infructuosas tentativas de concepción, el deseo frustrado de engendrar se califica como infertilidad, y es frecuente que acabe generalizándose al término de esterilidad con el consiguiente recurso a la prescripción médica. Bajo un punto de vista psicológico, existe un elevado número de parejas incapaces de procrear sin causas físicas que lo impidan. Este hecho ha sido denominado en ocasiones esterilidad psicológica, poniendo de manifiesto la relación existente entre estados emocionales y funciones hormonales.

Las funciones sexuales están regidas por la glándula hipofisaria; cualquier alteración de la hipófisis produce casi siempre esterilidad en el hombre o en la mujer. La hipófisis, a su vez, funciona bajo la influencia del hipotálamo, de forma que la activación hipofisaria depende de factores hipotalámicos. Cualquier fallo a nivel de hipotálamo podría alterar la actividad hipofisaria y, como consecuencia, daría lugar a la esterilidad.

El hipotálamo es extremadamente sensible a los cambios emocionales que tienen su asiento en las estructuras límbicas, de forma que pueden producir estados emocionales que activan el hipotálamo, favoreciendo la ovulación.

Una forma de afrontar esta situación es tener una información adecuada de las causas probables del problema y un conocimiento de los procesos del tratamiento.

El tratamiento psicológico de la pareja puede centrarse en:

– Expresión de sentimientos negativos asociados a la situación.

– Apoyo terapéutico que permita restablecer las vías de comunicación en la pareja.

– Terapia de pareja que permita a sus miembros a asumir la incapacidad de procrear o que ayude en la espera tras un tratamiento médico.

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