Las capacidades comunicativas, innatas, de hombres y mujeres se adaptan a la perfección a los nuevos puestos de trabajo aparecidos con las redes sociales.
He encontrado un estupendo artículo hablando de esto; relacionando el puesto de community managers, de los blogers y otros personajes de las redes sociales.
El análisis que hace Fernando Tellado a cerca de esta relación es simpático y muy acertado.
Cuando era pequeño ya quería ser community manager, se lo decía a mi madre y ella, inconsciente e insensible a mis inquietudes, me contestaba “Deja las vueltas del pan y vete al parque“
Y es que las madres saben mucho, y si hay algo que todas las madres saben es que los hombres no valen de community manager, no hemos nacido para ello.
La que si nació para community manager era Sofía, una niña de 10 años que, cuando jugábamos a médicos siempre sabía a quien dejar arrimarse y se las pintaba sola para espantar moscones. Esta habilidad no era solo de Sofía, todas las niñas nacían con ella.
Los niños, sin embargo, nacemos con otra habilidad: contar a los amigos si Sofía nos había dejado auscultarla o no, y la verdad es que contar batallitas se nos da de vicio.
Con esta pequeña anécdota Fernando intenta contar que en las redes sociales la mayoría de los puestos de community managers suelen estar ocupados por mujeres. Mientras que los chicos ocupan mayoritariamente los puestos de blogers.
La función de un community manager es observar cuales son las conversaciones y temas que más interesan en la red para con esa información tratar de crear, gestionar y dinamizar una empresa en la red.
Viene a ser un poco las conversaciones de mujeres, donde en un ratito te pones al día de lo que sucede en el barrio, quien se ha casado, a que fiestas se van, cual es moda que viene, que producto es el mejor para el acné, etc.
Una información vital para vivir en sociedad y estar al día.
Y es que las mujeres tenemos una habilidad especial y es la de escuchar con empatía a la persona que tenemos enfrente y así entender cuales son las necesidades y lo que funciona.
Estos días estoy impartiendo un master de Community Managers para IAB, y cuando les ilustro sobre los perfiles de usuarios de comunidades de práctica (trolls, flame warriors, coffee klatch y demás personajes) las chicas se miran sonrientes contando experiencias en las que reconocen haber bregado con estos personajes pero ¿sabéis que hacen los chicos del curso? … mirarme con cara de mala leche, ocultando el rostro o haciéndose los despistados, como para que no se les reconozca en ninguno de esos perfiles indeseables de toda comunidad.
Trolls, flame warriors y coffee klatch, son distintos nombres para designar a aquellos que tienen como propósito romper una linea de comunicación a través de comentarios negativos, insidioso, o amables.
Conocemos bien esto, cuando a alguien no le interesa un tema genera conflictos para desviar la conversación o grita e insulta con el propósito de tener razón y tu no.
La habilidad radica en dejar exponer los razonamientos, en espera de que de ello se saque alguna conclusión y si no fuera así cortar esa línea y volver al tema en cuestión.
Es a esto a lo que Fernando llama espantar moscones, comparándolo con la habilidad femenina de quitarse de encima a los pesados muchachos que buscan de nosotras algo más que compañía. En lo que debo de reconocer, somos unas expertas.
Pero, de nuevo, unos necesitamos de otros, bloggers de community managers y viceversa. Los bloggers aportamos contenido a las comunidades, las community managers nos gestionan la audiencia.
Y luego nos preguntamos que por qué no hay comentarios en los”blogs”. Claramente porque la mayoría de los bloggers son chicos y no es lo nuestro la conversación, nos va más alardear y “gurusear” desde la palestra que supone la columna de un blog.
Esta es una buena conclusión, hombres y mujeres contamos con habilidades diferentes y complementarias, sería una estupidez no aprovecharla por meros prejuicios antiguos y solo por ello ridículos.
Fuente: fernandotellado.com
Un beso, Mury.
Fuente de la noticia: Las capacidades comunicativas de las mujeres se adaptan a la perfección en los nuevos puestos de trabajo en la red