Según un reciente estudio realizado en Cataluña, un bebé expuesto al humo puede llegar a concentrar las mismas dosis de nicotina que los fumadores de un paquete diario de tabaco. Y esta nicotina puede causar muchos perjuicios: desde incrementar las infecciones de los oídos o aumentar el riesgo de muerte súbita a predisponer a que cuando ese niño llegue a la madurez pueda sufrir un cáncer.
Así, frente a este tabaquismo pasivo, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) ha mostrado su apoyo a la propuesta del gobierno sobre endurecer la legislación y prohibir el tabaco también en los establecimientos de hostelería, bares y restaurantes. Ya es hora de que nos pongamos a pensar seriamente en este tema, por mucho que se le advierte a las embarazadas y a las personas que la rodean, sobre las consecuencias de este vicio, no se logra que vean la magnitud del problema.
Fuente de la noticia: Los pediatras contra el tabaco
