Antonio Forcellino es uno de los más importantes historiadores del Arte del Renacimiento europeos. Además, un restaurador inigualable. En este libro, además de su consagración, nos demuestra cómo es de interesante la época que describe y como de apasionada la vida del indomable genio renacentista.
Miguel Ángel era una persona atormentada y corrompida por el dinero. Su afán por posicionar a su familia en una clase social elevada lo llevó en más de una ocasión a firmar más encargos de los que podía llevar. Aún así, su vida no fue solo un continuo trabajar. Sus viajes a Roma desde su Florencia natal, las estancias en Carrara buscando el bloque de mármol perfecto, las huídas a diversos lugares por enfrentamientos políticos, lo han convertido en un personaje inquieto y audaz.
Su vida íntima para sus contemporáneos era un misterio dbido a que debía esconder la homosexualidad tan mal vista en la Florencia de los poderosos Medicis. Pero ahora se saben de esos amores escondidos, esas pasiones atormentadas que a veces no lo dejaban dormir. Le han roto el corazón igual que él ha roto alguno.
Incluye este libro muy buenas fotos de su obra, con unos detallados comentarios artísticos muy aptos para todos los lectores. También cita textualmente palabras y versos que escribía el propio Miguel Ángel, en cartas a familiares y conocidos o en sus ya famosos sonetos. Me gustaría transcribiros un poema del artista en el que se pone en boca de una escultura:
«Caro me es el sueño, y más el ser de piedra,
mientras que el daño y la vergüenza duran;
no ver, no sentir es gran ventura;
así pues, no me despiertes, habla bajo.»