Tamara Ávalos

La obra de Tamara Ávalos propone arquetipos que visualizan a hombre y mujer como un par generador de vida. Reinvidica papel de la pareja y explora el cuerpo sin tabús. Parte de una relectura del génesis, la cual deja plasmada en la cerámica.

Reconocida con el Premio Áncora 2005-2006 en artes plásticas por su primera exposición individual, “La hija de Eva” compuesta por 19 esculturas y 18 losetas con dibujos de cerámica.

Ávalos reconoce que cuando le contaron la historia del génesis había algo como que no le sonaba, que le creaba inquietud. ¿Por qué si dos mordieron la manzana, sólo una tiene que correr con toda la responsabilidad?A partir de esta reflexión, la artista se ha dedicado a investigar sobre los arquetipos que utilizaban las culturas prehispánicas para referirse a la mujer, precisamente encontró que muchas la visualizan como un ser que está en contacto con el universo.

En este sentido, las mujeres son seres sexuales que comparte el poder creador de la vida con el varón. De ahí, Ávalos se atreve a hacer una relectura del génesis que se orienta más al binomio de dos seres humanos que construyen a partir de los mitos fundacionales de una sociedad.

A nivel técnico, Tamara Ávalos no trabaja sus piezas con esmaltes, sino con arcillas coloreadas, lo que según dice, le permite la precisión y limpieza gráfica, es decir; que el color quede justo donde ella lo coloca. Además, tienen un acabado bruñido (pulido con piedra), técnicas que forman parte del rescate precolombino que enriquece su trabajo.

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