Las telas con motivos florales han sido las predilectas durante siglos.
Recuerdo un sillón rinconera comprado en crudo con la idea de tapizarlo después, a la hora de elgir el tapizado elegimos un tapizado de grandes flores en tonos rojos y verdes y aquella insípida rinconera de color crudo tomó forma, color y presencia.
Era el punto central decorativo del pequeño saloncito y nunca, nunca quede saturada de sus motivos.
Tienen un encanto especial, no digo que todas las telas florales sean atractivas ni mucho menos pero si que muchas de ellas son verdaderas obras decorativas.
Las que veis en la fotografía son de una firma francesa, Olivades.
Mury, un beso.