Entre los meses de abril y agosto es cuando se celebran un mayor número de bodas en nuestro país. Esto tiene sentido ya que se trata de los meses en los que hace mejor tiempo y los días son más largos. Para la novia, el vestido suele ser lo más importante, pero tampoco debe olvidarse de otros aspectos como el peinado o la manicura para lucir radiante el día más importante de su vida. Para esta temporada, la tendencia gira entorno a los moños bajos y las melenas largas y onduladas, así como el estilo mermaidcore para las unas.
Un consejo habitual de Berenice Espejo, manicurista oficial de Entity España, cuando se acerca una boda, es el de no dejar el tema de la manicura para el final, como si fuera menos importante: “Debemos buscar un salón con al menos dos meses previos a la boda además de seguir los consejos por parte de las profesionales. Si nuestras uñas tardan en crecer y no queremos echar mano de extensiones, conviene cuidarlas al detalle con fortalecedores y sérums de crecimiento para que el día del enlace estén perfectas y con la longitud deseada. Además, si somos la novia, necesitamos de unas buenas uñas para levantar el vestido, siempre un largo discreto, con preferencia habitualmente por manicuras francesas y tonos elegantes en pastel y nude, nunca estridentes, recordemos que el protagonismo lo tiene el anillo y no el color de nuestras uñas. Para las invitadas, este año vuelven los rojos y azules más fuertes y poderosos, así como tendencias actuales como el efecto ojo de gato (cat eye) o en tonalidades, el mocha mousse que nos acompañará todo 2025”.

Para las más clásicas, los tonos pastel, coral, turquesa, nácar o nude competirán con los blancos, los rosas más dulces, el efecto lip gloss o las uñas jabón (soap nails): “Si optamos por darle una apariencia natural a nuestras uñas sin perder por ello el glamour, tenemos gran cantidad de alternativas, como las milky nails o las baby french. Podemos atrevernos con toques en oro y plata, muy de moda, o si se trata de una boda en la costa y junto al mar, optar por el estilo mermaidcore con tonos salmón, turquesa, azul celeste, coral o verde mar. Menos frecuentes en un casamiento pero actualmente tendencia: las dotty nails o las uñas vichy”.
Peinados de novia 2025: tendencias y clasicismo
Es difícil que algún año se apueste por el riesgo en los peinados de novia, otro tema son ya los de invitadas: “Para la primera, un buen moño ancho y bajo es ideal pero sin llegar a sleek bun, mejor con mechones sueltos a ambos lados, es clásico pero efectivo y elegante, también un moño alto trenzado es una opción estupenda. Por supuesto, se pueden añadir cristales u horquillas con strass” – aconseja David Lesur, director de formación de los salonesDavid Künzle en Madrid. En el caso de las invitadas o incluso de la propia novia, una melena con ondas trabajada con tenacillas es un look de lo más favorecedor: “O un semisuelto con ondas y tiara de flores naturales, un recogido bajo con volumen en la nuca, un falso bob ondulado tipo años veinte o una trenza bubble y de raíz, siempre con volumen pero nunca apretada. Las coletas en zigzag sólo si tienes mucho pelo y además volumen, y si seguimos con trenzas, apostar también por las más bohemias, escondidas y texturizadas”.