Grey Goose Vodka es sinónimo de elegancia y calse, pero cuando una firma de lujo como Chopard diseña el packaging de sus botellas, la verdad es que no podemos pedir más.
Esta botella es realmente exclusiva, una señal de lujo si conseigues hacerte con una para tu mueble bar o tu colección de botellas. Y es que si a la calidad del vodka le sumamos el glamour de Chopard, el resultado es algo como esto. Puro lujo.
Pero bueno, que no es nada fácil hacerse con estas botellas, de una limitadísima edición de diez unidades.
Para hacerse con una de ellas hay que ir hasta Colette, en Paris. Claro, y pagar por una de ellas la nada despreciable cantidad de 600 euros.
Seguro que más de uno los paga encantado…
Vía| Elite Choice