Los científicos españoles que quieren desarrollar grandes proyectos por regla general deben salir al extranjero, donde sí encuentran, los medios específicos para su trabajo. Raros, sin embargo, son los casos en los que encuentran, aquí lo medios para realizar su trabajo.
Anna, ha ganado, en dura competencia, a un biólogo danes, el puesto más alto en el mundo al que puede llegar un especialista, la presidencia de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriogía, puesto tradicionalmente masculino.
Pues estando de dulce esta científica española se plantea su futuro profesional, tras 25 años en el laboratorio de Dexeus.
Hasta 1998 no se documentó que las llamadas células madre del embrión tienen la capacidad de transformarse en cualquier tipo de célula, son pluripotenciales. Lo que tratan de averiguar los científicos desde entonces es cómo lo hacen, para poder producirlas, tratarlas, y trasplantarlas, con el fin de regenerar órganos o tejidos dañados.
La llamada terapia celular. Un campo que aún no ha dado aplicaciones clínicas concretas, pero que puede revolucionar la medicina y en el que se producen hallazgos constantes.
Uno de los más revolucionarios, en 2006, es la posibilidad de crear en laboratorio células adultas de pluripotencialidad inducida (IPS), sin necesidad de partir de un embrión.
Anna, había ido a conocer el trabajo de, Juan Carlos Izpisúa, investigador estrella del Instituto Salk de California y director del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona,en California.
El flechazo entre la madre española de la reproducción asistida y el padre español de las células madre fue instantáneo. Y ahora, es el jefe de Anna.
Fuente elpaís.com
