Cultura

Mujer contradicción

Autor: Olga
Fecha: 24 Feb 2007
Erina Alcalá (Carmen Hernández Alcalá) nació en Higuera de Calatrava, Jaén. Actualmente imparte talleres literarios y de teatro en Camas, Sevilla. Mujer poeta, mujer coraje, deja su primera huella en solitario en «Mujer Contradicción», un poemario fuerte, sensual, íntimo y valiente, de verbo fresco y abierto, sin tapujos.

Pregunta de entrevista- Tu libro tiene un cierto gusto a lo que se ha venido llamando “Literatura para mujeres” ¿Crees en una literatura de género?

Ella- No, es literatura para el que lo quiera leer. No creo en la de género, no. No soy feminista.

Erina es usuaria de grupobuho.com desde hace ya mucho tiempo, y con este libro ha demostrado que, además de ser una discutidora nata, es mujer poeta.

Cuando la pintura está unida a la escritura y al cine.

Autor: isabel
Fecha: 18 Feb 2007
La sensación de esta unidad la experimenté al visitar estos días una exposición sobre arte cinético.
Esto sucede por la multiplicidad simultánea de puntos de vista que nos ofrece la obra en sí como por el movimiento, el color y el efecto, a menudo desorientador, que se experimenta al contemplarla.

“El arte cinético se basa sobre todo en una utopía: llevar el arte a la vida. De hecho fue uno de los movimientos que más se han acercado a este objetivo, gracias a la influencia que ejerció sobre la sociedad, como fuente de inspiración en ámbitos tan diversos como la industria de la moda, la creación arquitectónica, el mundo de los medios y la creación gráfica. Una de las premisas de los artistas cinéticos era estimular la participación del espectador e implicarle físicamente.
El arte cinético se refiere a aquellas realizaciones cuyo principio básico es el movimiento; esta dinamicidad, virtual o real, mecánica, óptica o ambiental, técnica, cibernética o tecnológica, puede ser prevista por el artista o bien provocada de manera incontrolada, y origina la forma plástica de las realizaciones cinéticas; aquí se introduce el valor espacio-temporal en el núcleo del arte.
Presenta dos modalidades: el cinetismo (movimiento espacial), que se refiere a una modificación espacial perceptible; y el luminismo, que alude al cambio perceptible del color, luminosidad y trama.
El acto fundacional del arte cinético se suele fechar el 6 de abril de 1.955, día en que se inauguró la exposición “le Mouvement” (el Movimiento), organizada por la galería Dense René en París. En ella participaron –junto a artistas ya consolidados como Marcel Duchamp-, Yaacov Agam, Pol Bury, Jesús Soto, Jean Tinguely y Victor Vasarely (el verdadero instigador de la muestra)”. Y autor de las imágenes que acompañan este artículo.
La muestra sobre este arte se puede visitar en Sevilla hasta el 25 de Marzo en la Plaza de San Francisco 1, sala Caja San Fernando.
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Cómo escribir una carta de amor

Autor: Diana
Fecha: 14 Feb 2007
[b]Diana P. Morales
Profesora de talleres literarios de [url]www.portaldelescritor.com[/url][/b]

No, no hablo de escribir una obra maestra de la literatura; simplemente de dos simples claves:

[b]1. Que la carta refleje nuestra admiración por esa persona en concreto, por sus pequeñas cosas, sus detalles e incluso sus defectillos[/b]. No es lo mismo decir “Me encantan tus ojos” (muchas personas tienen los ojos bonitos), que “me encanta que, cuando estamos frente al televisor, te vuelvas siempre para mirarme y me guiñes un ojo”.

Tienen que ser esos momentos precisos, concretos, palpables, los verdaderos protagonistas de la carta: [i]esas anécdotas[/i] (“Me enamoré de ti aquella vez que se te olvidaron las llaves y tuvimos que quedarnos a dormir en el parque”); [i]esos instantes que compartís[/i], incluso si aún no sois pareja (“Siempre te acuerdas de mandarme un sms para avisarme de que empieza la serie Anatomía de Grey”); [i]esos gestos que te encandilan[/i] (“cuando te muerdes el labio mientras te pintas las uñas”, “cuando frunces el ceño porque no te acuerdas de dónde has dejado las llaves”); [i]los diminutos recobecos de su cuerpo[/i] en los que adoras –o adorarías- perderte (“el lunar que hay en tu cuello, justo bajo tu oreja derecha”) o las frases que te han hecho vibrar desde su boca.

[b]Todo eso es mucho más preciado que valores abstractos que podrían servir para describir a cualquier persona [/b](“tu bondad, tu valor, tu sentido de la justicia, tu cariño…). Un truco para saber si estamos siendo lo suficientemente personales es que, al terminar la redacción de la carta, [u]subrayemos todas las palabras precisas que hay en ella, es decir, objetos o elementos que puedan verse, olerse o tocarse[/u] (la silla, el coche, el perfume, el plato de espaguetis, la mano derecha… NO pueden verse ni tocarse la inteligencia, la bondad, la admiración, la pasión, la virtud, etc Son conceptos abstractos.) Si tenemos toda nuestra carta llena de subrayados, enhorabuena, estamos incluyendo muchos detalles de la persona amada. Si sólo aparecen 6 ó 7 cosas subrayadas… mmm, nos estamos yendo por las ramas, no estamos siendo personales.

[b]2. Evitar los tópicos y los “lugares comunes”[/b]

Lo que hemos descrito antes, en teoría tan fácil, nos puede sorprender por su dificultad a la hora de intentar plasmarlo por escrito, sobre todo si no solemos escribir a menudo. Para empezar a escribir, os recomiendo que os dejéis llevar, sin pensar en la redacción, y hagáis [u]una lista de cosas, momentos, anécdotas, etc que os gustan de la otra persona[/u]. Muchas, treinta, cuarenta cosas, instantes, gestos, recuerdos comunes, etc… si es posible. Cuantas más, mejor (no debe ser difícil si estamos enamorad@s ¿no?) Así, ya tenemos después material para empezar la redacción.

Como esto puede ser algo complicado si no estamos acostumbrados a poner nuestros pensamientos o sentimientos por escrito, [b]es posible que se nos escapen esas frases o expresiones tópicas que, de tan oídas, nos chirrían [/b]y a la otra persona le van a parecer poco naturales y poco personales. Me refiero a coas como “te quiero más que hoy pero menos que mañana”, “me pierdo en tus ojos”, “me muero por ti”, “es tan grande lo que siento por ti…”, “sin ti la vida no tiene sentido”, “eres tan guapo/a”, “contigo a mi lado no necesito nada más”, “siento por ti un fuego que me consume”, “te querré hasta el fin de mis días”… Grandes declaraciones de sentimientos elevadísimos que, desgraciadamente, suenan huecas, porque ¡se las han dicho tantas personas unas a otras!

No, no intentéis expresar el amor en toda su magnitud, ni una gran metáfora que explique todo ese sentimiento (“mi amor por ti es…”) Los escritores llevan siglos intentándolo y sólo unos cuantos han llegado a dar un bosquejo. No busquéis la grandilocuencia; lo que tenga que salir, saldrá solo si os dejáis llevar por la vereda de las pequeñas cosas que conforman un todo único e inexplicable.

Por último, [b]dad un repaso a la carta. Que no tenga faltas de ortografía, que no se repitan muchas veces las mismas palabras [/b](“mi amor, lo mucho que te amo… no puedo expresar lo que significa amarte” o “cuando te vi, era como ver… y ahora te veo…”). usad el diccionario para evitarlo y también para corregir cualquier posible error ortográfico.

Os dejo con [b]extractos de algunas cartas de amor históricas[/b] que -¿por qué no?- todas ellas [b]están escritas por mujeres[/b]:

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[b]Carta de Mary Godwin a Percy Bysshe Shelley [/b](Fragmento)
Diciembre 6 de 1816
Dulce elfo:
Esta mañana me levantó mi pequeño bebé, y estuve vestida con suficiente tiempo para tomar mi lección del señor West y –gracias a Dios-, terminar esa desagradable pintura sobre la que estuve tanto tiempo. He terminado el cuarto capítulo de Frankenstein, que es muy largo, y creo que podría gustarte. ¿Dónde estás? ¿qué estás haciendo? Mi amor bendito. Deseo y confío, por mi bien, que tú no salgas este horrible día… ¿Y qué piensa mi amor mientras viaja? ¿Piensa en nuestra casa, nuestro bebé, y su pobre Pecksie? Estoy segura de que lo haces, y piensas con alegría y esperanza. […]

[b]Carta de Ellen Terry a George Bernard Shaw [/b]

Querido, no he leído tu carta, pero debo decirte que me disgusta la gente que no es reservada, y vendrá a contarme de tus Janets y tus cosas y a ponerme mal, en tanto que yo sólo quiero saber si ellos piensan que tu -si nos encontráramos-, tendrías un terrible disgusto al hallar semejante cosa vieja, y tan diferente a la Ellen que has visto en el escenario. Soy muy pálida cuando estoy fuera del escenario, el rouge me favorece, y sé que tendré que usarlo si consiento en que me veas. Esto sería tan patético, porque ni siquiera el rouge haría que me admires lejos del escenario. Oh, qué maldición es ser una actriz!…
No puedo ir porque no soy linda.

[b]Carta de Emily Dickinson a Susan Gilbert [/b]

Están limpiando la casa hoy, Susie, y he hecho un rápido bosquejo de mi cuarto, donde con afecto, y contigo, yo pasaré esta, mis hora preciosa, más preciosa de todas las horas que marcan los días al vuelo, y el día tan querido, que por él cambio todo, y tan pronto como él pase, suspiraré por él otra vez
.
No puedo creer, Susie querida, que casi he permanecido sin tí un año entero; el tiempo parece a veces corto, y mi recuerdo de ti caliente como si te hubieras ido ayer, y otra vez si los años y los años recorrieran su camino silencioso, el tiempo parecería menos largo. Y ahora cómo pronto te tendré, te sostendré en mis brazos; perdonarás las lágrimas, Susie, acuden tan felices que no está en mi corazón reprenderlas y enviarlas a casa. No sé por qué es -pero hay algo en tu nombre, ahora estás tomando de mí, que llena mi corazón por completo, y mi ojo, también. No es que mencionarlo me aflija, no, Susie, pero pienso en cada «sitio soleado» donde nos hemos sentado juntos, y no sea que no haya no más; conjeturo que ese recuerdo me hace llorar.

Mattie estuvo aquí la tarde pasada, y nos sentamos en la piedra de la puerta delantera, y hablamos de vida y de amor, y susurramos nuestras suposiciones infantiles sobre tales cosas dichosas – la tarde se fue tan pronto, y caminé a casa con Mattie debajo de la luna silenciosa, y sólo faltabas tú, y el cielo. Tú no viniste, querida, pero un poquito de cielo sí , o eso nos pareció a, pues caminamos de un lado a otro y nos preguntábamos si ese gran bendición que puede ser nuestra alguna vez, se concederá ahora, a alguno. ¡Esas uniones, mi Susie querida, por las cuales dos vidas son una, esta adopción dulce y extraña en donde podemos mirar, y todavía no se admite, cómo puede llenar el corazón, y hacerlos en pandilla latir violentamente, cómo nos tomará un día, y nos hará suyos, y no existiremos lejos de él, sino que quedaremos quietas y seremos felices!

[b]Carta de Frida Khalo a Diego Rivera[/b]

Diego:

Nada comparable a tus manos ni nada igual al oro-verde de tus ojos.
Mi cuerpo se llena de ti por días y días.
Eres el espejo de la noche. La luz violeta del relámpago. La humedad de la tierra.
El hueco de tus axilas es mi refugio.
Toda mi alegría es sentir brotar la vida de tu fuente-flor que la mía guarda para llenar todos los caminos de mis nervios que son los tuyos

Mi Diego:
Espejo de la noche.
Tus ojos espadas verdes dentro de mi carne, ondas entre nuestras manos.
Todo tú en el espacio lleno de sonidos – En la sombra y en la luz. Tú te llamarás Auxocromo el que capta el color. Yo Cromoforo – La que da el color.
Tú eres todas las combinaciones de números. La vida.
Mi deseo es entender la línea la forma el movimiento. Tú llenas y yo recibo. Tu palabra recorre todo el espacio y llega a mis células que son mis astros y va a las tuyas que son mi luz.

[b]Carta de Vita Sackville-West a Virginia Wolf [/b]

Estoy reducida a un objeto que quiere a Virginia. Te escribí una carta hermosa en las horas de insomnia de pesadilla de la noche, y todo se ha ido: te extraño, en una manera humana, desesperada y bastante sencilla. Tú, con todas tus cartas sin boberías, nunca escribirías una frase tan elemental como esa; quizás ni siquiera lo sientes. Y aún más, creo que sientes un pequeño hueco. Pero lo vestirías en tan exquisita forma la frase que perdería un poco de su realidad. Mientras que conmigo es bastante absoluto: yo te extraño aún más de lo que podría haber creído; y estaba preparada para extrañarte mucho. Así que esta carta es apenas una protesta de dolor realmente. Es increíble cuán esencial a mí has llegado a ser. Supongo que estás acostumbrada a personas que dicen estas cosas. Maldita seas, criatura consentida; yo no haré que me ames nada más alejándome como ahora -Pero ah mi querida, yo no puedo ser astuta y reservado contigo: te quiero demasiado para eso. Demasiado sinceramente. No tienes la menor idea cuán reservada yo puedo ser con personas que yo no adoro. Lo he convertido en una de las bellas artes. Pero has roto mis defensas. Y yo no lo resiento realmente.
Sin embargo no te aburriré con más.
Hemos arrancado de nuevo, y el tren se sacude otra vez. Tendré que escribir en las estaciones – que afortunadamente son muchas a través de la llanura de Lombard.
Venecia.
Las estaciones eran muchas, pero yo no negocié el Oriente Express para parar en ellas. Y aquí estamos en Venecia durante diez minutos sólo, — un tiempo despreciable para tratar de escribir. Sin tiempo de comprar un sello italiano aún, así que esto tendrá que salir desde Trieste.
Las cataratas en Suiza se congelaron en sólidas cortinas iridiscentes de hielo, colgando sobre la piedra; tan encantador. E Italia todo cubierta de la nieve.
Arrancamos otra vez. Tendré que esperar hasta Trieste mañana por la mañana. Perdóname por favor por escribir una carta tan miserable.
V.

[b]Carta de amor, por Berna Wang
(ganadora del 1er concurso Antonio Villalba de Cartas de amor)[/b]

Son las cinco y diez de la madrugada, está a punto de pasar el primer autobús; entra una brisa fresca por la ventana del estudio que me araña los hombros. Y suena Gershwin, bajito y dulce: I want to stay here.
Se está acabando el paquete de cigarrillos que abrí mientras hablaba contigo por teléfono esta noche.
He visto en la televisión dos películas estupendas seguidas (La mujer del teniente francés y Manhattan), me he tomado dos vasos largos de Havanna Club con mucho hielo. La vela de jazmín que he encendido hace unas horas se ha consumido hace un rato.
De alguna manera (es absurdo, ya lo sé), estoy de guardia. Sosteniendo este extremo del universo para que no caiga sobre ti.
Un extremo donde suena la música (muy bajito), la madrugada de verano es hermosa y fresca, y la luz, suave. Donde el alcohol no hace daño y las sonrisas son dulces.
Ya sé que es absurdo, pero pienso que mientras esté aquí, despierta, no se desbaratará el cielo y la tierra seguirá girando bajo las estrellas con una cadencia perfecta.
Pienso que, mientras tú duermes, alguien debe vigilar para que las pesadillas no te toquen. Alguien debe tener la luz encendida y quererte. Aunque sea armada tan sólo del tercer vaso de ron con hielo y el enésimo cigarrillo. Cabalgando sobre la música de Wonderful. Aunque sea sin escudo… Vestida únicamente con una camiseta de seda azul. Y una sonrisa. A través de la larga noche.
Es absurdo, lo sé de sobra. Un clarinete no puede hacer nada frente a una tormenta de negrura y culpa, mi sonrisa no es nada si en este momento te giras en la cama y murmuras tu pesar entre sueños; Gershwin murió hace tiempo y además, con la música puesta, no oiré siquiera el autobús. Y si no oigo el autobús, puede que no amanezca nunca.
Y aun así, aquí estoy, sujetando mi extremo del universo, como si éste fuera, en lugar del caos, un arco geométricamente perfecto que pudieran sostener a pulso mis brazos desnudos. Al mismo tiempo que un cigarrillo y un vaso de ron. Absurdo, realmente.
They can’t take that away from me.
Un arco iris en medio de la lluvia, o unos labios curvados en una sonrisa. El arco de un violín. Un puente y, debajo, un río; o la luna en cuarto creciente y tú dormido en ella.
No veo la luna desde aquí y el eclipse parcial de Torre Picasso tras el edificio Windsor está ya (o aún) a oscuras. Ahora suena The man I love y es tan dulce el clarinete… Y el piano suena tan ligero como siento yo el corazón mientras estoy aquí, imaginándote a salvo.
Qué absurdo. ¿Cómo ponerte a salvo con un violín que preludia en la madrugada Someone to watch over me?
Tan absurdo como sacarte a bailar. Bueno: estás dormido. No puedes negarte. Te pregunto sin hablar: «¿Bailas?». Y tú sonríes, y te tomo de la mano, apoyo la otra en tu hombro y giramos, cerca, muy cerca, mientras el clarinete se eleva y amanece sobre Madrid. Y el autobús pasa por fin, trayendo el día, frena con estrépito en la esquina, mete la primera y prosigue su ruta calle abajo. Tu barba me roza la frente cuando la música se amansa y el piano retoma la melodía, acompañado de los violines. Y bailamos, despacio, sin prisas. Tú, soñando, y yo, despierta.
Escucha… No pienses: sólo escucha.
Dentro de un rato despertarás y no recordarás nada. Se apagarán las luces del edificio Windsor bajo el empuje de la luz del sol (el amanecer es ya una certeza, una franja ancha donde antes había una línea de claridad). Y entonces yo me iré a dormir. Comenzará un nuevo día lleno de ruidos, el mundo volverá a ser un caos sostenido sobre pilares lógicos y razonables en lugar de un arco sujetado, en este extremo, por mi sonrisa.
Huele bien la mañana recién hecha. Y la brisa es dulce sobre mis hombros. Es hermoso ver cómo es el mundo instantes antes de que sea real, con un trozo de hielo que se derrite con sabor a ron en la boca, mientras oigo que el reloj del vecino da las seis.
Pasa el segundo autobús, y se acaba el disco: otra versión de Someone to watch over me. Un portero guarda los cubos de basura haciéndolos rodar con desgana. La calle se despereza. Pasa un coche. Alguien sube una persiana. Ahora suena una moto. Y yo apuro el baile hasta que suene tu despertador y te despiertes y te olvides de que bailamos esta canción, este amanecer imposible de tan suave.
Estoy llorando, mi amor, y es de ternura. Y, seguramente, de ron. Pero son lágrimas dulces y porque me gusta cómo bailas y siento una mano en mi cintura y la otra sosteniendo la mía mientras giramos al mismo tiempo que la tierra. Al encuentro del día.
Pronto se acabará mi turno de guardia y el día entero se pondrá en pie. Se ha disparado una alarma en la calle y su sonido se superpone a las últimas notas de la canción. Voy a lavarme los dientes y a quitarme las lentillas y la camiseta.
Y a ponerme el alma porque ya llega el día.
Nos cruzamos debajo del arco, tú camino del trabajo y yo de la cama. Buenos días, mi amor.

Canciones románticas

Autor: Zaida
Fecha: 14 Feb 2007
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Es complicado en esta semana, el caminar por las calles y no ver escaparates embriagados de peluches, corazones, rosas y los más diversos objetos que parecen disfrazarse en estos días de “regalo romántico”; parece ser, que todo vale para regalar y que te regalen.

Algo que a veces se nos escapa estos días, es: la música. Durante toda esta semana la televisión y la radio se convierten en un continuo emisor de música lenta. Muchos son los canales y diales que alteran su programación para enamorar a su audiencia con canciones actuales o antiguas, pero siempre de carácter romántico.

Aunque resulten empalagosas, ¿a quién no le gusta una balada? ¿Quién no se emocionó alguna vez escuchando la letra de una canción? ¿acaso ciertas canciones lentas no os recuerdan un momento o situación con alguna persona en especial? Pero, ¿alguien sabe por qué?

El término “música romántica” se entiende como toda la música suave que crea una atmósfera soñadora. Tal vez sea por esto por lo que a much@s, nos gusten. Nos invitan a volar en sueños, situaciones que no hemos vivido o que, tal vez sí, y nos ayuden a idealizarlas.

A pesar de haber más baladas interpretadas por hombres, las mujeres no nos hemos quedado atrás. Basta con escuchar canciones como “[i]Escondidos[/i]” de Olga Tañón; “[i] No me importa nada[/i] “o “ [i]Piensa en mi [/i]“ de la querida Luz Casal; “ [i]a fuego lento[/i]” “ [i]si tu no estás [/i]“ de Rosana;, “ me cuesta tanto olvidarte” de Mecano … O canciones cantadas en inglés como por ejemplo, “It Must Have Been Love” del dúo sueco Roxette;“Without You” de Mariah Carey,;“I Finally Found Someone” de Barbara Streisand; o Whitney Houston con “we hill always love you” , entre otras.

El caso es que, en la banda sonora de nuestra vida, el que más o el que menos, tiene sus canciones lentas incluída en ella y en estos días, escucharlas nos hace dibujar una sonrisa en nuestro rostro y un recuerdo en nuestra mente.

Pe y Woody: un gran dúo: ¿no?

Autor: Olga
Fecha: 7 Feb 2007
Me entusiasmó «Match Point». Ya estaba un poco saturada de las películas de este director, que parecía que se había encasillado, pero parece que inició una nueva etapa con esta película, a la que siguió «Scoop» y continuará con «Cassandra’s Dream», que se está rodando en este momento y augura una temática más dura.

Lo siguiente se rodará en Barcelona, a donde se trasladará con toda su familia según contó en una entrevista exclusiva en la Fox.
Su protagonista será nuestra Penélope, que está de racha, por lo que estamos viendo últimamente. Parece que «Volver» y su nominación, le ha dado el último empujón para afianzarse en su carrera holyboodiense. ¿Quién se lo iba a decir cuando Luna la fichó para «Jamón Jamón!…
En esta ocasión alternará el español y el inglés y aún no se sabe si habrá más actores españoles en el reparto, pero estaría genial que aparecieran más de la cantera del cine español. ¿Os imagináis ahí a Jorge Sanz o Silvia Abascal junto con Pe? Sería una gran oportunidad tanto para ellos como para la publicidad de nuestro cine.

Toda la suerte del mundo para Woody, que se lo pase bien esos meses en Barcelona y que descubra el pan con tomate y el temperamento de nuestra Pe.

Roy Lichtenstein en Madrid

Autor: Olga
Fecha: 6 Feb 2007
La exposición presenta una selección de 97 obras realizadas entre 1966 y 1997 por Roy Lichtenstein (1923-1997), uno de los máximos exponentes, junto con Andy Warhol, del arte Pop americano. Organizada en colaboración con la Roy Lichtenstein Foundation de Nueva York y comisariada por Jack Cowart, esta muestra ofrece, por primera vez, una visión completa e inédita de las diferentes etapas del proceso de trabajo del artista. Roy Lichtenstein: de principio a fin complementa y amplía otra, más sintética, presentada durante 2005 y 2006 en el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca y en el Museu d’Art Espanyol Contemporani de Palma, ambos de la Fundación Juan March. Bajo el título Lichtenstein, en proceso, dicha muestra exhibía la fase intermedia de los procesos de trabajo del artista, la relativa a los bocetos, dibujos y collages; este nuevo proyecto expositivo tiene la ambición de ir más allá y reconstruir en su totalidad las distintas fases de la creación del artista y evidenciar la evolución desde sus fuentes de inspiración hasta sus últimas consecuencias –las obras finales–, desvelando la incesante búsqueda de Roy Lichtenstein por los diferentes caminos del arte.

Las obras proceden, en su mayoría, de colecciones privadas, y de instituciones como la Roy Lichtenstein Foundation, Nueva York; la colección Eli y Edythe L. Broad, Los Ángeles; Mitchell-Innes & Nash, Nueva York,… y muestran escenarios interiores y exteriores que revelan sus fuentes culturales: personajes populares del mundo del cómic, como Dagwood, Tintín o el Pato Donald; protagonistas de tebeos para chicas como Girls’ Romances, Heart Throbs, Young Romance o Secret Hearts; iconos artísticos, como el Laocoonte helenístico, los paisajes de Van Gogh o de Cézanne, las bañistas y retratos de Picasso, los desnudos de Matisse, los nenúfares de Monet o la columna sin fin de Brancusi; distintos temas extraídos de la historia del arte como los paisajes de la pintura china, naturalezas muertas o modelos en el estudio; temas que en sus representaciones interiores también aluden al ámbito interior del artista y, en las exteriores, remiten a un dominio público. Son referentes a los que Lichtenstein rinde, en sus personales apropiaciones, un particular homenaje. Sus obras proponen un diálogo y abren un camino muy interesante hacia la socialización del arte, ofreciendo nuevas lecturas de la obra plástica.

Información sacada de la página de la fundación.

Graffitis: decorado urbano

Autor: yomujer
Fecha: 4 Feb 2007
La verdad es que no busqué demasiado sobre el tema y puedo equivocarme en el concepto, pues parece que se confunde con las pintadas, letreros, carteles, murales, el street art y otra serie de imágenes que aparecen en nuestras calles.

La mayoría de estas obras son clandestinas, realizadas sin el permiso del propietario de la pared o sitio en el que se hacen. ¿Por qué?. Quizá la atracción del riesgo; pero creo que tiene que haber algo más detrás de un graffiti: me parece que éste lleva un mensaje de ese autor desconocido (o autores, ya que algunos son dibujados por varias personas) y al mismo tiempo dejan como un sello de identidad, de manera que pueden ser reconocidos como pertenecientes a ese alguien que está detrás, escondido, por la forma de sus letras, los apodos y el estilo, aunque trate de temas muy diferentes. La competición, como sucede en “el hip hop”, con el que parece estar relacionado, también anima a bastantes “pintores”.

De todas formas, el graffiti no es una pintada político-social; supongo que es una expresión de las vivencias de su autor, que utiliza imágenes y palabras. Los que viven en este mundo- creo que artístico- suelen usar términos como “toy” (novato), “writing” (graffiti), “escritor” (pintor de graffiti), “tag” (firma) o “bombardear” (pintar por todas partes).

A diferencia de esas pintadas urbanas y de las palabras escritas de cualquier manera, los graffitis me suelen gustar (no todos, claro), aunque confieso que sólo por su estética, ya que, al menos hasta ahora, los veo de refilón al caminar por la calle, sin plantearme nada más. Creo que en lo sucesivo repararé más en ellos y a ver si logro distinguirlos de los murales reivindicativos por ejemplo.

La ilegalidad es característica de los graffitis y de todos esos dibujos a los que me he referido. Y es que, claro, por muy bonitos que sean, hay quien no quiere tenerlos en su propiedad y tiene todo el derecho a ello.

Por eso, los realizados en paredes o lugares de propiedad privada están considerados como un delito o una falta (infracción penal leve) de daños, si causan un desperfecto (a partir de 400 euros es delito) y están castigados con penas de multa. Si el daño se hace en bienes de dominio público o de valor histórico, artístico, científico, cultural o monumental, así como en yacimientos arqueológicos, la pena ya es de prisión de uno a tres años, además de la multa. En los últimos supuestos, es decir, en los bienes con ese valor no rige lo de los 400 euros: siempre será delito.

Cuando se trata sólo de un deslucimiento en bienes de propiedad pública o privada, sin la debida autorización, se trata de una falta castigada con localización permanente (permanecer en casa, lo que es vigilado por la policía) o con trabajos en beneficio de la comunidad.

Si bien, la mayoría de las veces, los graffitis suelen entenderse como deslucimiento, los realizados en esos lugares de valor artístico, histórico, monumental, cultural, etc, que muchas personas hacen sin enterarse o sin importarles ese especial carácter, son un delito.

Por lo tanto, este llamado “arte vandálico”, pese a ser seguramente un arte, puede traer consecuencias graves para sus autores, si son sorprendidos o identificados.

Cine: María Antonieta

Autor: Olga
Fecha: 3 Feb 2007
Dirección: Sofia Coppola.
Países: USA y Francia.
Año: 2006.
Duración: 123 min.
Género: Biopic, drama.
Interpretación: Kirsten Dunst (María Antonieta), Jason Schwartzman (Luis XVI), Rip Torn (Luis XV), Judy Davis (condesa de Noailles), Asia Argento (madame Du Barry), Marianne Faithfull (emperatriz María Teresa), Danny Huston (Joseph), Molly Shannon (tía Victoria), Steve Coogan (conde Mercy D’Argenteau), Rose Byrne (duquesa de Polignac).
Guión: Sofia Coppola; basado en el libro «María Antonieta: La última reina» de Antonia Fraser.
Producción: Sofia Coppola y Ross Katz.
Producción ejecutiva: Francis Ford Coppola y Fred Roos.
Fotografía: Lance Acord.
Montaje: Sarah Flack.
Diseño de producción: K.K. Barrett.
Vestuario: Milena Canonero.
Estreno en USA: 20 Octubre 2006.
Estreno en España: 5 Enero 2007.

¿La habéis visto?
La verdad es que es un poco desconcertante porque estamos tan acostumbrados a que el cine actual tenga argumentos intrincados y cambios de ritmo que a 20 minutos de que empiece la película dices: ¿Pero esque no va a pasar nada?
Pero en realidad, yo creo que de eso se trata. De describir una vida en una época y en una clase social concreta.

Sofía Coppola nunca deja indiferente al público. La gente que criticó «Lost in traslation» fue a ver «Maria Antonieta»; y eso es porque quieren seguir criticándola.

La verdad, es que el argumento no es escesivamente amplio. La adolescente princesa austríaca va a casarse con el delfín de Francia para poder hermanar los dos territorios. Su inocencia y expresividad hacen que a la corte francesa le resulte demasiado espontánea y natural. Ellos son todo lo contrario. Todas las mañanas la despiertan, la visten con las mejores alhajas, le da el amplísimo buffet de desayuno… siempre acompañada. Nunca en intimidad. Además, la tratan como el mero objeto para perpetuar la corte de Francia. Nada más; tiene que tener un hijo a toda costa.
Eso, es casi el único conflicto del hilo argumental ya que el joven príncipe no parece tener el menor interés en los encantos femeninos de la preciosa Antonietta.

Por esta precariedad en contenido, el público se ha quejado e incluso Sofía ha recibido abucheos en Cannes. Pero, en mi opinión, Sofía ha sido fiel a su estilo. Ha completado con este film una trilogía («Las vírgenes suicidas», «Lost in translation», «María Antonieta») acerca del mundo interior femenino utilizando como lenguaje el silencio y la buena fotografía. En el caso de «Lost in traslation» hizo que Tokio fuese un poquito nuestro, y ahora, utiliza la gran belleza de Versalles, que aún siendo enorme, se convierte en un recinto claustrofóbico para la Delfina de Francia. Esa sensación de encierro lo expresa perfectamente con su estética, con su impecable narración, con su guión lento y monótono. Es justamente lo que la directora buscaba. Lo hizo a su mnera y lo hizo bien. Quizá, es una incomprendida de su tiempo.

Descubrimos poco a poco la belleza de los jardines geométricos franceses, la arquitectura ostentosa del palacio y del pequeño refugio de la reina: «Le petit trianon», la estética rococó que parece nacida de un bol de fresas con nata… un viaje al mundo de los moños, el champagne y los zapatos rosa.

Poco nos muestra el hambre del pueblo francés del momento y la revolución posterior, por eso, nos sorprendemos al mismo tiempo que los reyes cuando los avisan mientras toman el sol en el jardín que el pueblo viene para matarlos.

También hubo críticas con respecto a esto, y ahí, si que discrepo totalmente, porque lo que en la película quiere mostrar, no es al pueblo enfurecido pidiendo justicia, sino, la ignorancia de dos adolescentes ante el percal de gobernar un país y si burbuja de lujos que los convierte en más ignorantes de la vida real.

Yo le doy muy buena nota a esta película. Aunque en realidad, un poco sí que me aburrí ante la pantalla. Creo que Sofía hizo exactamente lo que quiso hacer y está muy bien hecho.

También creo que mi Almodovarcito se merece más el oscar. jeje.

La gandísima joya, la grandísima Chavela.

Autor: Olga
Fecha: 1 Feb 2007
[youtube]duVaGM_JsME[/youtube]
Isabel Vargas nació en Puerto Rico pero con 14 años se fue a México. Era pobre; muy pobre. Pero tan grande de personalidad y espíritu que poco a poco fue ganándose la confianza y la admiración del mundo entero.

Las rancheras, típicamente masculinas, quedan en su voz desgarrada como si fueran escritas solamente para ella. Y, en parte, es así, porque José Alfredo, componía pensando en la voz de Chavela.

Vivió en muchas capitales del mundo. Hacía locuras que sus compañeros de piso calificaban de Chaveladas, bebió «todo el tequila de México» según ella, fue amante de Frida Kalho, amiga de Sabina, Miguel Bosé, Felipe González y un montón de personajes míticos que hablan de ella como un mito en vida, musa de Diego Rivera, Frida, Juan Rulfo… compraba coches de quinta mano que después estrellaba por culpa de su «delirio de alcohol». Tiene admiradores, como yo, a los que se les ponen los pelos de punta solo pensando en poder escucharla en directo.

Un día, decidió dejar de beber, dijo que ya no había tequila en México por su culpa, y de ahí esa frase que yo repito mil veces. La frase que le dijo Marta, la chica que la ayuda en casa, al alcalde de su pueblo: «No, señor, Chavela ya no toma». El alcohol la mantuvo retirada de los escenarios largo tiempo; y ahora sonríe y comenta, que le costó mucho subirse al siguiente, porque no había subido nunca sin el tequila.

Todos me dicen el negro, Llorona
Negro pero cariñoso.
Todos me dicen el negro, Llorona
Negro pero cariñoso.
Yo soy como el chile verde, Llorona
Picante pero sabroso.
Yo soy como el chile verde, Llorona
Picante pero sabroso.

Ay de mí, Llorona Llorona,
Llorona, llévame al río
Tápame con tu rebozo, Llorona
Porque me muero de frió

Si porque te quiero quieres, Llorona
Quieres que te quieres más
Si ya te he dado la vida, Llorona
¿Qué mas quieres?
¿Quieres más?

Es tan auténtica que hasta vive en el Boulevard de los sueños rotos. Tan genuína que no hay nadie que no sepa de su existencia.

Chavela, la que nos ha devuelto a todos la luz de la luna, la que nos hace partícipe de las pequeñas cosas, la que se bebe el último trago y después te besa. Chavela, la grande, la única.

Novela: Rayuela

Autor: Olga
Fecha: 30 Ene 2007
Cuando lees Rayuela es como si hicieses un viaje. Te transportas a París, al mundo del jazz, al mundo bohemio, al mundo interno de un protagonista escéntrico… al mundo Maga. Para mi, sobre todo, al mundo Maga.

Rayuela empieza con un monólogo interior y termina con otro. Entre medias, un sin fin de reflexiones tanto dialogadas como en formato de ensayo. Hay experimentos de escritura y estilo y provoca al lector hasta hacerle partícipe de una historia llena de entresijos.
No es fácil de leer, pero una vez consigues entrar en Rayuela, es difícil salir. Los personajes convierten al lector en cómplice de sus vidas.

A Cortázar siempre le gustó experimentar, ycon Rayuela, consiguió llegar a la madurez de esta experimentación. Es un espejo cóncavo de si mismo. Parte real, parte irreal.

Hay dos formas de leer esta novela. Una corrida y la otra saltando de un capítulo a otro. La segunda es la más larga y un poco más complicada, porque intercala reflexiones personales y filosóficas que a veces se hacen duras, pero, en mi opinión, es la mejor forma de leerlo, porque descubres mejor a los persoajes y la historia es mucho más completa.

A veces, tengo ganas de leer Rayuela y simplemente abro el libro por donde salga y me pongo a leer. Eso se puede hacer porque Julio Cortázar juega con la literatura de manera tal que se te hace ameno que te cuente cualquier cosa; sin tener en cuenta el hilo. Escribe desde dentro. Describe sentimientos desde un nivel de profundidad tan grande que te abruma.

Si no leísteis Rayuela, os lo recomiendo una y mil veces. Si ya la habéis leído, vamos a recordar ese capítulo 7. Es un beso. Un solo beso:

«Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.»

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