A menudo nos podemos encontrar con personas tóxicas, se caracterizan por transmitir energía negativa constantemente y alimentarse de las emociones de los demás, lo que nos afecta a la autoestima, la productividad, creatividad, rendimiento e ilusión. Dependiendo de que situación ocupe la persona tóxica en nuestra vida debemos de actuar contra ella de una manera o de otra. La mejor solución es alejarse de esas personas, pero a veces esta no puede ser la solución, ya que puede que la persona tóxica sea nuestro jefe, compañero de trabajo o miembro de nuestra familia.
¿Qué debemos hacer cuando la persona tóxica está en nuestro trabajo?
Lo primero que tenemos que saber es que hay 2 tipos de personas tóxicas: las agresivas y las pasivas.
La gente tóxica agresiva son personas que sienten la necesidad de sentirse superiores al resto mediante la humillación de los demás o el aumento de su propio autoestima. Para poder tratar con estas personas debemos romper el circulo vicioso dejando de escuchar a esa persona y cambiando nuestro dialogo interno por uno más positivo.
La gente tóxica pasiva son personas que tienen una muy baja autoestima y tienden a colocarse por el debajo de todos los demás por el miedo a ser rechazadas y a no ser queridas. Es muy difícil mantener una relación con personas así porque nadie quiere tener al lado a una persona que se esté quejando continuamente, por lo tanto para poder tratar con esta gente lo que debemos hacer es cambiar el dialogo interno haciéndolo más positivo y emplear la proactividad para ayudar a estas personas a que tengan energía e ilusión por la vida.
La base para tratar con las personas tóxicas es saber ponerles limites. Tenemos que tomar una conducta asertiva, lo que quiere decir que vamos a decir todo lo que sintamos y necesitemos de una forma respetuosa y vamos a valorarnos a nosotros mismos para que la gente tóxica no pueda influirnos negativamente en nuestra vida y en nuestra salud.