A estas alturas, pensaba que la palabra networking era sobradamente conocida pero me sorprende comprobar que no es así y que muchas personas creen que tiene algo que ver con la informática. Su traducción literal es «trabajando en red», que tampoco aclara mucho, y en castellano lo más parecido es «gestión de contactos«.
Aunque la palabra acabe de aparecer en la vida de algunas personas, es algo que se lleva haciendo desde siempre y todos lo practicamos desde que comenzamos la socialización allá por los 3 o 4 años, cuando conocemos a los compañeros de guardería o educación infantil y nos invitan a las fiestas de cumpleaños en una piscina de bolas (los papás también tienen ahí una buena ocasión para practicar networking).
El concepto networking implica organizar y optimizar la red de contactos (de amigos y conocidos) con el fin de obtener beneficios mutuos, ser consciente de a quién considero contacto, para qué, que le puedo dar y pedir, etc. Estos beneficios pueden ser personales y/o profesionales:
– Compartir aficiones (recetas, información sobre famosos, deportes,…)
– Buscar un profesional con las garantías de que viene recomendado por alguien que ya lo conoce
– Distribuir el currículo profesional para buscar empleo o cambiar de empresa
– Dar a conocer experiencias, anhelos, pensamientos, etc. y obtener consejo o tan sólo ser escuchado
– Promocionar productos o servicios profesionales
– El mero placer de relacionarse de contínuo con otro ser humano
– Encontrar pareja
– Etc.
Entre los conocidos hay diferentes grados de relación y confianza. En base a ello, lo que se ofrece y se obtiene también es diferente.
La gestión de contactos se ha facilitado enormemente con la llegada de las herramientas informáticas. La relación personal ha ganado en rapidez y facilidad con el correo electrónico y otros programas. Por ejemplo, cuando yo era adolescente mantenía una amistad con un nicaragüense y las cartas llegaban cada uno o dos meses y a veces se perdían en el camino. Ahora me comunico con amigos y conocidos en cualquier parte del mundo a través del Outlook, Messenger o Skype y recibo respuesta instantánea.
Además de estos programas, se han creado webs específicas para mantener los contactos definidos, organizados y comunicarse electrónicamente con ellos. Mis preferidos son Linkedin para contactos profesionales y Facebook para los personales aunque éste último también lo utiliza mucha gente y empresas para lo profesional. Se las denomina redes sociales aunque las que no se mantienen a través de Internet también lo son.
Lo importante no es agregar contactos a nuestra lista, como el que colecciona cromos o busca una base de datos de correos electrónicos, si no tener una red sólida y cohesionada con la que mantener una buena relación.
En próximos post comentaré cuáles son las habilidades de comunicación necesarias para conseguir que alguien que se acaba de conocer se convierta en un buen contacto.
Montse Calvo. Imagen y Comunicación Personal
