EL SINDROME DE STENDHAL

 

Autor: munsa

Podría parecer increíble pero el Arte también puede ser dañino para la salud.

El Síndrome de Stendhal es bien conocido en la psiquiatría moderna desde que a la persona que la da nombre, Stendhal, autor de la Cartuja de Parma, se le diagnosticara por primera vez al viajar a Florencia.

¿Qué le sucedió para que alguien llegara a la conclusión de que se trataba de algo digno de estudio a nivel médico? Ni más ni menos que visitar Florencia con la intención de captar todo el arte que le ofrecía la ciudad sin perderse ni un arco, ni un fresco, ni una estatua con el máximo detalle e intensidad.

Tal era el ansia de captar la obra de Brunelleschi, de Miguel Angel, de Giotto,  que cuando llegó a la iglesia de la Santa Croce no pudo soportarlo más y comenzó a sentir mareos, palpitaciones, angustia y ahogos. Se sintió tan mal que comenzó a perder el mundo de vista y tuvo que salir rápidamente de allí.


«Sobredosis de belleza» fue el diagnóstico.
Y es que la ciudad da para ello: desde el conjunto formado por el Duomo con su impresionante cúpula, su Campanile y el Baptisterio con sus hermosas puertas, pasando por la Galería de los Uffizi hasta la Academia de Bellas Artes que guarda entre sus tesoros el impresionante y auténtico David de Miguel Angel.

Hemos de entender que Stendhal lo tuvo realmente difícil en Florencia pues incluso en la calle el Arte le perseguía. Un ejemplo lo tenemos al llegar a la Plaza de la Signoria. Sus ojos, y los de cualquiera que se enfrente a esta ciudad por primera vez, no pudieron descansar ni un momento a la vista de todas esculturas que allí le salen al paso al visitante con el fantástico fondo del Palacio Vecchio.

Como decíamos, el momento de máxima tensión para el escritor tuvo lugar en la Iglesia de la Santa Croce. Es un lugar que impresiona no sólo por sus frescos y obras sino también por la cantidad de gente ilustre que está enterrada en ella: Maquiavelo, Galileo Galilei, Miguel Angel, Ghiberti o Rossini.

Es totalmente comprensible que una ciudad como ésta provocara esa sensación de ansiedad en Stendhal. Estudios médicos han llegado a definir al tipo de persona que es más propensa a sufrir el Síndrome: aquellos que viajan solos, solteros, sobretodo mujeres, entre veintiséis y cuarenta años y procedentes de zonas más bien «tranquilas».

En Florencia no es extraño que el departamento de psiquiatría del Hospital Santa María Nuova trate esta dolencia al tener que atender a turistas con esta patología más a menudo de lo que podamos creer.

Y es que, visto así, Florencia es una ciudad peligrosa para la salud del turista pero nadie debería dejar de sufrir, al menos por una vez en su vida, el Síndrome de Stendhal.

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