Freeda visibiliza en noviembre la historia de Carol, que sufrió mobbing laboral a causa de su embarazo

Mucho se habla del acoso en las escuelas pero este tipo de acciones también se puede encontrar en el entorno laboral. Es lo que se conoce como mobbing laboral y consiste en una situación muy injusta, que le puede pasar a todo el mundo, pero que afecta sobre todo a las mujeres. Uno de los motivos más habituales para que se produzca este mobbing laboral es el hecho de quedarse embarazada.

La mayor parte de la sociedad, y la ley, amparan derechos de los trabajadores, como ocurre en el caso del embarazo. A pesar de ello, el sexismo que aún existe en muchas empresas hace que exista una discriminación hacia aquellas empleadas que deciden quedarse embarazadas, llevándolas en muchos casos al despido. Por ello Freeda, la plataforma que difunde historias reales para inspirar un cambio positivo, ha querido dar visibilidad al caso de Carol, que sufrió mobbing por parte de su empresa cuando anunció que estaba embarazada y que acabó denunciando por el trato injusto que recibió.

“Llevaba cinco años cuando me quedé embarazada. Entre la responsabilidad que tenía y lo mal que me encontraba, decidí comunicarlo a la mayor brevedad en mi nueva situación. Por haberme quedado embarazada, ya no podía continuar desempeñando el cargo que tenía”, cuenta Carol al equipo de Freeda España.

En su caso, sus jefes no la despidieron, aunque sí fue relegada de su puesto de trabajo y quedó excluida de reuniones y sin acceso a archivos de la empresa. En la primera reunión que tuvo con sus jefes, cuenta que le dijeron “absolutas barbaridades. Por ejemplo, que para él era como si tuviera un cáncer que me hubiera quedado embarazada. Que estaba poniendo en jaque a la empresa, y que iban a contratar a una nueva persona para que ocupara mi puesto, que se iban a asegurar que esta nueva contratación no quisiera quedarse embarazada y que, si esta persona era mujer y en un plazo inferior a cuatro años se quedaba embarazada, esa persona sería inmediatamente despedida”, cuentaCarol.

Por si fuera poco haber recibido ese tumulto de opiniones acerca de su situación personal, la joven explica al equipo de Freeda que esa situación de discriminación laboral también se daba en forma de correos electrónicos de manera sistemática todos los días de la semana.

“A diario recibía una media de unos diez correos electrónicos cuestionándome absolutamente todo lo que había hecho durante la jornada anterior. «¿Y esto por qué? Esto está mal hecho. No sabemos qué te pasa últimamente, pero estás muy despistada y con el puesto que tienes y la responsabilidad que tienes, no está bien todo esto que haces».

Debido a esta situación de presión, ansiedad y acoso en su puesto de trabajo, a Carol el médico le acabó dando la baja para que pudiera continuar con su embarazo sin riesgos. En ese momento y teniendo en cuenta la gravedad del asunto, decidió buscar ayuda legal, ya que sentía que el acoso al que la estaban sometiendo en el trabajo podía frenarse, aunque fuera ella la que tuviera que buscar la manera.

“Yo por suerte conocía a la abogada que me representó en todo el proceso. Cuando una persona se queda embarazada no se la puede despedir hasta nueve meses después de haber dado a luz. La única condición que existe para poder despedir a una mujer embarazada es que tú realmente estés causando un perjuicio económico o realmente que haya causas justificables. La empresa lo que estaba haciendo era intentar justificar el despido que probablemente hubiera llegado si no hubiera cogido la baja, si no hubiera demandado, etc.”, continúa Carol en conversación con el equipo de Freeda España

Despedir a una persona por haberse quedado embarazada está considerado improcedente y con ello se comete una infracción. Por tanto, en este caso, la ley estaba de su parte. Aunque en su caso no se presentaba un despido, Carol, gracias a su abogada, sabía que estaba amparada por el derecho como víctima de mobbing laboral y de una serie de injusticias como trabajadora embarazada. Admite que le sorprendió la rapidez de la ley para ir a juicio y cree que es la mejor solución para ayudar a personas que se encuentren en situaciones de discriminación laboral. 

“Presentamos la demanda con todas las pruebas que yo disponía y sorprendentemente para mí, fue superrápido. Presenté la demanda un viernes y el martes ya teníamos el decreto de admisión a la demanda y fecha de juicio señalada para menos de un mes. Fuimos a juicio. Y llegados a ese punto, la empresa me ofrece pactar. La oferta que me dieron era más o menos lo que a mí ya me cuadraba por todos los daños que había sufrido y por lo que se me venía por delante, claro. Para mí lo fundamental fue quedarme tranquila, el saber que durante todo el tiempo que durara mi baja, no iba a tener que volver a pensar en ello. En España, tres de cada cinco mujeres sufren mobbing laboral por embarazo y de estas tres una de ellas pierde el trabajo seguro”, concluye Carol, que todavía se emociona al hablar de ello.

“Quedarse embarazada es una decisión igual de personal que decidir no hacerlo nunca, ambas decisiones son igual de lícitas y respetables. Casos como el de Carol retratan la desigualdad que todavía se respira en muchas empresas y la falta de oportunidades con la que conviven día a día miles de mujeres. Cuando hablamos de la brecha de género en el entorno laboral también nos referimos a este tipo de situaciones. Es muy importante que, cuando sufrimos acoso en el ámbito laboral, nos sintamos acompañados y sepamos que la ley nos respalda. De discriminación laboral se habla poco y muchas veces no se denuncia por miedo o por desconocimiento. Quienes lo viven se sienten a menudo solas e incomprendidas, como le pasó a Carol hasta que decidió pedir ayuda”, comenta María Arranz, coordinadora de autoras en Freeda España.

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