La hidratación de la piel

La hidratación de la piel 1

La hidratación de la piel es fundamental para su vitalidad y aspecto. Dependiendo de nuestro tipo de piel podemos utilizar diferentes tratamientos o productos adecuados.

La reserva de agua que tiene en sus capas representa entre el 20% y 35% del total de todo nuestro organismo. Este tiene mecanismos naturales que regulan el nivel de hidratación y lo protegen ante los factores externos (cambios de temperatura, polvo, polución…) y también los internos (fiebre, estrés, pérdida de grasa…).

Cuando todos estos factores le afectan, la piel pierde su elasticidad. Para prevenir la pérdida de ésta, la hidratación debe ser diaria e imprescindible, sobre todo para todas aquellas mujeres que desean tener una piel sana, elástica y con buen aspecto.

Es esencial recuperar los niveles adecuados de agua, tanto con la ingesta de líquidos como la de aplicación de productos cosméticos.

Los productos hidratantes se equilibran la estructura natural de las capas superficiales, pues contienen ingredientes como lípidos y proteínas, las cuales, se integran en las fibras y regeneran las células.

Si no estamos seguras de qué tipo de piel tenemos para poder hidratarla podemos comprobar los siguientes síntomas:

Piel normal: suave, buen aspecto, pero es importante cuidarla para mantener su hidratación.

Piel seca: encogida, áspera y con tirantez.

Piel extra seca: igual que la seca pero además descamación, enrojecimiento, picor y grietas.

Por supuesto, las pieles grasas no tienen por qué ser hidratadas, pues la propia grasa que las excede las hidrata aunque no está demás limpiarlas a menudo, pues el excesivo aceite puede aumentar el adelantado envejecimiento a través de los factores externos.

Fuente: latin salud

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